Acaso tenemos los españoles una maldición para que, cada cierto tiempo, veamos frustradas nuestras posibilidades de alegría, de convivencia en paz, de concordia y unidad.
Con eso de la democracia y la libertad, por un lado lo delegamos todo o casi todo y por la otra estamos contentos de que cada quién funcione como le da la gana.
En este contexto de descristianización acelerada, hay una trampa que los cristianos deben evitar: la de la victimización. Esta actitud es aún más tentadora porque está de moda y muchos grupos o comunidades se hacen pasar por víctimas.
En la vuelta a ese pasado la izquierda, y en ella el socialismo, se empeñan en insistir en el retorno a la fracasada experiencia republicana de 1931. No hablan de una República nueva sino de recuperar aquella desastrosa vivencia.
(Jordania, Arabia Saudí y Catar). Habrá que pensar, una vez más, que Pedro Sánchez no va a intentar solucionar uno de los grandes problemas que tiene el mundo; va a darse un garbeo.
Autor: Antonio Martínez Belchí. Existe un consenso cada vez mayor sobre la necesidad de volver a formas de enseñanza de tipo tradicional, alejadas del hechizo de las pantallas y las nuevas tecnologías.
¿Deben extrañarnos los millones de votos al sanchismo? En 1936 el analfabetismo llegaba al 25 % y ahora está alfabetizada el 98,59 % de la población. Pero eso significa lo que significa y nada más. Yo me entiendo.