La verdad sobre la Agenda 2030

El globalismo que inspira la Agenda 2030 sabe que el control (y la reducción) de la población mundial requiere del control de las fuentes de energía y de los alimentos, y éste es el verdadero objetivo de esa ingeniería social astutamente denominada cambio climático.


Artículo firmado por Fernando del Pino Calvo-Sotelo, publicado en su blog personal fpcs (5/03/2024). Sugerido por la Hermandad Frente de Juventudes - Doncel Barcelona y recogido parcialmente por La Razón de la Proa (LRP). Solicita recibir el boletín semanal de LRP.

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La verdad sobre la Agenda 2030

La dictadura comunista soviética repetía machaconamente sus consignas para que calaran bien en la población. Del mismo modo, la obsesiva repetición del término «sostenible» y la ubicua presencia del logo multicolor de la Agenda 2030 son signos del nuevo totalitarismo que nos están colando por la puerta de atrás en una sociedad debilitada por la Cultura del Miedo y por la pérdida de referentes morales. A esto hay que sumar el poder de la corrección política, concepto creado por el marxismo-leninismo, la cual marca unas lindes ―infranqueables bajo pena de linchamiento u ostracismo― hoy decididas por una misteriosa Autoridad Superior y transmitidas por los obedientes medios de comunicación. Hay que reconocer que la corrección política ha cumplido con su misión: asfixiar el libre pensamiento y crear un miedo generalizado a disentir.

En el caso de la Agenda 2030, la mayoría de las empresas e instituciones repite la consigna como muestra de virtud social, aunque nadie conozca muy bien su contenido. ¿Qué es la Agenda 2030? Y, si es tan importante, ¿por qué no ha sido votada por nadie?


¿Qué es en realidad la Agenda 2030?


La «Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible» es un acuerdo propiciado por la ONU en el año 2015 para sustituir a la olvidada Declaración del Milenio (2000-2015). Una diferencia importante entre ambos textos estriba en que ésta pasó desapercibida mientras que la Agenda 2030 ha sido embutida, encajada, empujada, encastrada, empotrada en la sociedad con tanta fuerza que, en comparación, la alimentación forzada de las ocas parece un acto de libre albedrío de los pobres animales... Seguir leyendo en el sitio web original (enlaza con su blog personal).

Publicada por La Cofa en Miércoles, 13 de marzo de 2024