Hoy es Nochebuena

Amigos, nosotros os felicitamos con nuestros mejores deseos.


​​Publicado en la revista El mentidero de la Villa de Madrid (23/DIC/2023). Ver portada El Mentidero en La Razón de la Proa (LRP). Solicita recibir el boletín semanal de LRP.

Hoy es Nochebuena y mañana Navidad, dice el sencillo villancico que cantaban los niños por las calles pidiendo los aguinaldos por las casas del pueblo o la ciudad, y dentro de casa cuando la familia se reunía para disfrutar, todos juntos, la maravillosa fiesta del nacimiento del Hijo de Dios, Dios mismo.

Hoy se han perdido esas buenas costumbres. Ya son escasas las personas que recuerda al Dios que nos dio la vida. La mayoría se ha convencido de que Dios no existe o, al menos, lo tienen apartado de su vida para que no les interrumpa o moleste del mal uso que hacen de la libertad que Él nos concedió.

Y ante ese abandono por parte de los hijos que Dios creó, lo ha dejado en mano de los inocuos que no saben por dónde van, también a los miserables que están engreídos de que dios son ellos y pueden hacer lo que les apetezcan, al tiempo que se ensañan revolviendo el mundo en su beneficio, no preocupándose de si con sus acciones destruyen las vidas de los demás al privarles de seguir el camino que tenían anunciado desde el nacimiento.

Dios los deja seguir la ruta que han elegido pero no los abandona ya que, cuando llegue a advertir que se dan cuenta del error del camino por dónde van, Él estará con los brazos abiertos para acogerlos; y los cogerá perdonándolos de sus deslices si le confiesan sus errores y demuestran la intención de cambiar.

No obstante, a pesar de lo que se aprecia, hay gentes por toda España que siguen al Dios Hijo en sus manifestaciones; en la Navidad, en la Crucifixión, en todas las festividades a lo largo del año y encontrándose cada domingo con Él. O, como podemos ver en la zambombada de Jerez de la Frontera, ofrendándole sus bailes y canciones.

Amigos, nosotros os felicitamos con nuestros mejores deseos. Esperando tengáis un encuentro de amor con la familia, gocéis unas fiestas agradables acompañados de unos villancicos entonados en compañía, y saludéis y miréis con cariño a la gente con la que os encontréis por la calle. ¡Son hermanos nuestros!