Cambio de posición

Sin duda la cosa política es sumamente compleja. Y para hacerlo bien es impepinable que se precisa «cambiar de posición» siempre que las circunstancias lo aconsejen...


​​Publicado en la revista El mentidero de la Villa de Madrid núm. 764 (23/JUN/2023), continuadora de Desde la Puerta del Sol. Ver portada El Mentidero en La Razón de la Proa (LRP) Recibir el boletín de LRP.​

Sin duda la cosa política es sumamente compleja. Y para hacerlo bien es impepinable que se precisa «cambiar de posición» siempre que las circunstancias lo aconsejen. La gente, el pueblo que se empeña en seguir siempre de frente, siempre siguiendo la línea que le indican los arrieros, como los animales de tiro, no saben por dónde se andan, porque las circunstancias no son iguales de hoy a mañana, ya que ocurre, más o menos, como en la naturaleza, que un día hace sol y al día siguiente aparece un nubarrón que nos asusta y nos hace cambiar la camiseta playera por la gabardina o el chaquetón.

Y por ello no se está mintiendo, simplemente se «cambia de posición»; un día en el vestido que uno se pone y el otro la actitud política que considera se debe adoptar. Al menos esta martingala es la que se sacó de la manga nuestro ínclito presidente durante la entrevista que tuvo en Onda Cero con Carlos Alsina cuando el primero le preguntó sin ambages el tema de Bildu con olor a ETA.

Pedro Sánchez, soportando el pequeño tirón que la pregunta hizo en sus meninges, concibió un quiebro de buen torero aunque no es amigo de la fiesta de la lidia, saliendo airoso como maestro de excusas que es y de esa forma justificó todas las mentiras que ha venido soltando por cuantos ruedos ha pasado, sin importarle decir hoy lo contrario a lo que ayer expuso sobre un mismo tema, durmiendo como un tronco cuando hace unos días no podía conciliar el sueño en el mismo jergón, abrazando a quien en otra fiestas consideró persona insoportable e indigna de ocupar los mismos escaparates que él, las mismas tribunas.

Es un maestro en el quite con la intención, si ello fuera posible, de dejar al discrepante tirado por el suelo lleno de sangre tras una cornada maléfica. Aunque, tras la cornada, asegurara que era una persona de palabra y fiable por todos sus muertos, el periodista anduvo por otros derroteros y solucionó el problema con un par de banderillas del que colgaban los colores de la mentira y contradicción, momento en el que, quien era lidiado, se acercó al burladero, intentó soltarse los rehiletes y terminar la faena con un escapada con la ayuda del estoque:

He tenidos cambios de posición política en algunos asuntos de estado, como el tema catalán, sin duda lo he tenido [...] He tenido que tomar decisiones muy difíciles, muy arriesgadas y muy complejas.

Dejando caer a l arena a continuación:

Que se puede estar pensando o no en votar al PSOE por los indultos que hice a los líderes independentistas.
Tomé decisiones difíciles, los indultos lo fueron, y muchos votantes del PSOE no lo comprendieron. Pedí ese voto de confianza y creo que la situación no es la que era en 2015, 2017 y 2019...

Y sin reconocer ni acordarse de sus promesas, admitió su falta de palabra para hallar una justificación que limpiara sus pecados como si fueran sumamente veniales, dejándose caer raspando con los pies en el albero:

Lo hice porque la política está para resolver problemas, aportar soluciones y no dar rienda suelta a las venganzas de nuestras propias pasiones.
Cambié de opinión y lo hice porque, en un tema tan importante para España, en un territorio fundamental para el país como es Cataluña, cuando yo salía de España me preguntaban constantemente por la situación en Cataluña y hoy no lo hacen.

Suponemos que como en el extranjero no le preguntaban –no ha dicho nada al respecto– sobre la situación de la basílica y monumento del Valle de los Caídos, ni sobre el levantamiento de los restos allí depositados sin contar con la autorización de quienes en su momento se hicieron cargo de su custodia, lo que complementó forzando el nombramiento de la fiscal y exministra Dolores Delgado como fiscal de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática en contra de siete de los doce miembros del principal órgano asesor del fiscal jefe. Por ello se han puesto a revolver entre los restos de 34.000 allí depositados –en números redondos– los de ciento y pico familias que los quieren tener en casa, rompiendo el descanso de los restantes.

Lógicamente continuó la entente entre el entrevistador Carlos Alsina y el presidente del Gobierno, si bien éste anduvo dando virajes en las respuestas a las preguntas que hacía el primero. Todas ellas protegidas por el «cambio de posición» que el presidente consideró necesario aunque fueran en contra de las disposiciones vigentes, forzaran pactos en los órganos correspondientes, se recurriera a sustituir personas según le convenía, o saltándose por las buenas lo legal para ajustar lo que el presidente necesitaba para conseguir sacar adelante sus propósitos.

Y en ese trastoque de situaciones anduvieron durante el resto de la entrevista, poniendo Alsina al presidente ante contradicciones al hablarle de los pactos con EH-Bildu, asegurando el interpelado que no gobernaría con Bildu, afirmando que no existen ministros de la formación abertzale en el Gobierno, sosteniendo que únicamente se producen «pactos puntuales» con el citado partido, excusas estas que no inclina a nadie a creer que no esté dispuesto a aceptar los votos de EH-Bildu para mantenerse en La Moncloa o para poder seguir la trayectoria que hace tiempo inició engañando a los españoles que creyeron y fiaron de sus buenas intenciones.

¡Qué pena de años perdidos! Costará muchos sudores, no poco padecer y sinsabores sin cuento hasta que los españoles se ajusten al correcto laborar diario y se den cuenta de que el camino no es el que marcan los progresistas que pretenden caminar pisando todo lo que hallan a su paso sin conocer cuál es el fin que persiguen, sino el de la constancia de cada día siguiendo simplemente los intereses e ideales que los empuja desde antiguo por un marchamo genético cuando no basado en la ignorancia.




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