Tras meses de abusiva e incesante subida en los precios de la luz, dentro de la coalición gubernamental siguen sin adoptarse medidas (fuera de alguna que otra propuesta de Unidas Podemos que estaría más en la línea de crear un nuevo chiringuito donde colocar a sus "estómagos agradecidos" que otra cosa) encaminadas a renacionalizar el sector eléctrico en España.

Y es que a las alturas de 2021, el Régimen del 78 ha desnacionalizado ya prácticamente todo el sector público creado bajo la égida del Instituto Nacional de Industria (INI) y al amparo de la muy moderada influencia del nacionalsindicalismo durante el largo mandato de Franco, siendo ahora una parte de aquél privatizada para mayor gloria de las oligarquías patrias (económicas y políticas) y la otra vendida a precio de saldo para mayor lucro de la usurocracia foránea.

Sobre este aspecto, hay que ser claros: sin la existencia de un Estado auténticamente nacional, el cual proceda a renacionalizar los sectores estratégicos, lo de crear un sector público fuerte y robusto no dejará de ser una milonga.

A fin de cuentas, defender lo público implica defender lo nacional, y viceversa.