No nos conformemos con aplaudir

19/04.- No nos conformemos con aplaudir. El aplauso tiene su sentido pero no debe sustituir a la acción. Aplaudamos a la tropa que desde todos los frentes va venciendo la pandemia, pero convirtamos inmediatamente los aplausos en realizaciones, en decisiones...

Publicado en el número 295 de 'Desde la Puerta del Sol', 19 de abril de 2020.
Ver portada Desde la Puerta del Sol en La Razón de la Proa.

No nos conformemos con aplaudir

No se terminan de aclarar. Quizá es que lo han hecho tan complejo que no saben salir del lío que han armado. No parece que convenzan a nadie a pesar de los esfuerzos. Las trolas que han metido a los despistados españoles que se han encontrado acuartelados en casa casi antes de que se enteraran lo del covid-19 van reventado día a día.

Pedro Sánchez navega por un mar proceloso de mentiras anotando en un cuaderno de bitácora todas las ocurrencias que se le ocurren o le sugiere Pablo Iglesias, sin saber dar solución a los problemas existentes. Iglesias actuando de malandrín, como es su natural, echando arena sobre los ejes de la máquina de Pedro con la intención de que se obstruyan, abriendo y cerrando las compuertas de la presa en un juego que desconcierte a Pedro entre el ahogo y la supervivencia.

Unos ministros da la sensación de que no se atreven a decir ni palabra, otros parece ser que quieren destacar y hablan demasiado, algunos no saben qué decir, los hay expertos en la mentira, no faltan los que conceden el suministro de mascarillas y otros útiles imprescindibles en estos momentos a amigos que los adquieren a otros inmorales e inicuos que suministran la bazofia que encuentran en cuatreros timadores. Sin duda estamos metidos en un lodazal del que no será fácil salir y en que se mueven con soltura los ambiciosos y los perversos.

Tengamos fe en que, a pesar de todo, España es más la gente que se está sacrificando, la que está actuando con generosidad, la que demuestra de verdad el amor a sus semejantes, la que se encontrará más o menos «en la calle» cuando termine este mal sueño, lo que no sucederá a «los políticos».

Pongamos toda nuestra esperanza de que todos esos buenos compatriotas se darán cuenta de que el después ha de ser enfocado de forma distinta, con imaginación, con honradez, con voluntad de servicio. Y entonces es cuando se podrá llegar a cumplir el eslogan que tanto promocionan hoy día los mentirosos: Esto tiene arreglo, esta miseria que nos controla tiene solución. Hagamos lo necesario para llevar adelante la necesaria limpieza en nuestra casa, en todas las casas.

No nos conformemos con aplaudir. El aplauso tiene su sentido pero no debe sustituir a la acción. Aplaudamos a la tropa que desde todos los frentes va venciendo la pandemia, pero convirtamos inmediatamente los aplausos en realizaciones, en decisiones, en tomar las necesarias medidas para el cambio que ha de producirse en la sociedad, la política y cada uno de los seres que pueblan España, pues se han de ataviar con nuevas vestiduras.


 

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