120 años "con" José  Antonio

El lunes 24 de abril, muchos o pocos, asistamos a Misa en Madrid y en otros lugares de España, para conmemorar su nacimiento.

Publicado en Gaceta Fund. J. A. núm. 368 (MAY/2023). Ver portada de Gaceta FJA en La Razón de la Proa (LRP). Recibir el boletín de LRP.

Sí, porque en 1903 nacía en la calle Génova de Madrid (¿sigue aún la preciosa placa conmemorativa? José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, hijo del general don Miguel Primo de Rivera? ¡Entonces se nacía en los domicilios particulares!)

Su vida privada transcurrió durante treinta años, acompañando a su padre en sus diferentes destinos militares, incluyendo la Capitanía General de Cataluña, donde adquirió amor y comprensión a la idiosincrasia catalana. Buen estudiante, se licenció en Derecho, vocación que ejerció con entusiasmo hasta –literalmente– los últimos días de su vida. El destierro y la muerte en el exilio de su padre le incitó a entrar en la política parlamentaria, para la defensa de su memoria. Y lo hizo en una formación de derechas.

Y fue en esa actividad cuando descubrió la pobreza, la miseria y las injusticias que sufría el pueblo español; e indudablemente influenciado –que no comulgante– con el entonces atrayente fascismo italiano, fundó la Falange.

Pero eso, y el resto de la historia, la sabemos casi ”todos”. Lo que pocos comprenden es que el lunes 24 de abril, muchos o pocos, asistamos a Misa en Madrid y en otros lugares de España, para conmemorar su nacimiento. Y que yo –y otros– recordemos por escrito las ideas, las creencias, que en sus escasos tres años de vida dirigiendo la Falange, nos transmitió a varias generaciones posteriores; y que han modelado nuestras vidas creando –para siempre– una consideración del servicio que se resume en el habitual saludo entre nosotros: ¡Arriba España; y más arriba solo Dios!

Y cuando consideramos nuestra extrema debilidad política, con ínfimas representaciones en pequeños municipios, y nos preparamos para las próximas elecciones, recordamos que no hay más voto útil que el voto que satisface nuestra conciencia, nuestra ideología, nuestras creencias. Ni voto más inútil que el que sostiene políticas tuertas, que solo saben mirar por un ojo: derecho o izquierdo.

(A última hora, se ha sabido que el Gobierno va a exhumar los restos mortales de José Antonio, precisamente ese lunes 24 de abril, a los 120 años de su nacimiento. Pero solo moverán unos pobres restos mortales. Ni su ejemplo, ni su arquetipo como modelo de servicio podrán mover).

Y siempre la esperanza: Si no vencí a reyes moros, engendré quien los venciera.




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