Semblanzas

Una princesa en la Falange.

Aquel 18 de julio de 1936 fue el momento en que la egregia dama quiso conocer el contenido doctrinal de la Falange y afiliarse a ella. A partir de entonces ya se convirtió en “la princesa de la camisa azul”.

Una princesa en la Falange


Curiosamente, una de las cosas que trae consigo la tarea de investigación histórica es que, a veces, se obtienen verdaderas sorpresas. Lo cierto es que, a pesar de haber leído muchos libros y revistas sobre la historia de la Falange y la Guerra Civil, desconocía la existencia de esa dama, procedente de la nobleza francesa, que, afincada durante muchos años en Larache, no dudó en ponerse al servicio de los menesterosos y, llegado el 18 de julio de 1936, adscribirse a la Falange para colaborar en humanitarias tareas durante el tiempo de guerra. Pero, ¿quién era esa falangista?


Datos personales


Isabel de Orleans y Orleans nació en Eu (Sena Marítimo) Francia, el 7 de mayo de 1878, y falleció en Larache el 21 de abril de 1961. Era hija de Luis Felipe de Orleans, conde de París y de la princesa María Isabel de Orleans. Según consta en Wikipedia:

«Era nieta por vía paterna de Fernando Felipe, duque de Orleans, pretendiente al trono de Francia, y su esposa, la duquesa Elena de Mecklemburgo-Schwerin, por vía materna era nieta de Antonio de Orleans, duque de Montpensier y la infanta Luisa Fernanda, hermana de Isabel II de España. La princesa Isabel de Orleans era, por lo tanto, bisnieta, por vía doble, del último rey de Francia, Luís Felipe de Orleans».

Tras el exilio de la familia real francesa, Isabel y el resto de sus miembros tuvieron que refugiarse en Inglaterra. Allí se casó con su primo, Juan de Orleans, duque de Guisa, el 30 de octubre de 1899. La pareja tuvo cuatro hijos en total. Tras enviudar de su marido en 1940, la princesa continuó viviendo en Larache, donde falleció ⎼como se ha dicho⎼ en 1961.


En Larache


Siguiendo a Carlos Tessainer y Tomasich [1] hemos podido saber que...

«Los duques de Guisa, Juan e Isabel, arribaron a Tánger en 1909, procedentes de Francia. El hijo de estos, Enrique (futuro conde de París) dice en su libro “Memoires d´exil et de combat”, que en aquel castillo de Nouvion-en-Thiérache, situado en el norte del país, su madre se sentía prisionera. Se dedicaba a hacer obras de caridad en los pueblos y combatía el aburrimiento leyendo libros sobre el norte de África. Estas lecturas, al parecer, excitaron su curiosidad sobre el Magreb. Mientras, su marido Juan, más sedentario y menos inquieto que ella, no parecía encontrarse a disgusto en el castillo francés, donde continuaba sus investigaciones sobre los regimientos de Francia».

Lo cierto es que, en un momento dado, decidieron abandonar Francia, llegando a Tánger en 1909. Ese traslado no lo hicieron solos, sino acompañados de sus cuatro hijos. Una vez llegados a dicha ciudad los duques empezaron a recorrer distintos lugares del norte de Marruecos con la intención de establecerse como colonos. De esta manera, andando por la costa atlántica, es como llegaron a Larache, lugar que les pareció adecuado para asentarse. El conde de París, en el libro antes mencionado, cuenta cómo, con el apoyo de Alfonso XIII, sus padres obtuvieron “la cesión excepcional de un terreno de cuatro hectáreas en Larache, lo cual permitió la edificación del pequeño palacio que, durante muchos años, fue el hogar de la extensa familia. Siguiendo al autor mencionado más arriba, hemos podido saber que...

«A principios de los años veinte habían sido frecuentes en Larache la celebración de fiestas cuya finalidad era la recaudación de fondos para los necesitados. Tenían lugar en el Casino Español, que había sido fundado por el que fuera coronel Fernández Silvestre, y a ellas, aportando su colaboración, asistían de manera habitual los duques de Guisa y sus hijos».


El Casino Español durante la época del Protectorado.
Arriba, la casa de la duquesa, a finales del siglo pasado.

La actuación solidaria de la duquesa hacia cualquier obra encaminada a la asistencia de los menos favorecidos parecía no tener fin. Si La casa del niño estaba destinada a niños españoles, no había discriminación para gentes de cualquier religión.

La institución de la Cruz Roja fue fundada en Larache en 1922 y desde el principio destacó la participación de Isabel de Orleans, que pasó a tener el cargo de Presidenta de Honor, de la Asamblea Local.

Con motivo de la denominada guerra del Rif (1920-1927) la duquesa multiplicó sus actividades atendiendo, en la medida de sus posibilidades, a los soldados españoles que, abatidos por heridas de guerra o por enfermedades contraídas en aquellas zonas palúdicas, fueron pasando por los hospitales de Arcila, Alcázar y Larache. Precisamente por su labor humanitaria, realizada durante muchos años y, en especial, durante esa campaña, llegado el año 1928, una vez finalizada la guerra, las autoridades españolas estimaron que la duquesa de Guisa era merecedora de un homenaje.

Sería la prestigiosa revista Blanco y Negro la encargada de publicar un pequeño reportaje en el que se informaba sobre dicho acto, destacando la concesión de la Gran Cruz de Beneficencia, «como premio a la labor humanitaria que con maternal amor viene realizando allí desde hace muchos años y que ha motivado que los pobres de Larache la llamen “el hada de la caridad”». Según la referida publicación, «El acto fue verdaderamente emocionante, siéndole impuesta la valiosa condecoración, que ha costeado todo el pueblo de Larache, por el Comisario Superior, General Sanjurjo».


La princesa de la camisa azul


Como bien puede suponerse, la serenísima duquesa de Guisa, que ya se había distinguido anteriormente en tiempos bélicos, no tuvo ningún inconveniente, cuando llegó la hora, para sumarse al esfuerzo de guerra que debía salvar a España del marxismo. Aquel 18 de julio de 1936 fue el momento en que la egregia dama quiso conocer el contenido doctrinal de la Falange y afiliarse a ella. A partir de entonces ya se convirtió en “la princesa de la camisa azul”.

Al objeto de hacer una descripción más precisa del pequeño historial falangista de nuestra camarada, nos valdremos de una reseña periodística aparecida en el diario El Faro de Ceuta, de fecha 2 de febrero de 1940:

«Hoy festividad de Santa Isabel Reina de Hungría, celebra su fiesta onomástica otra Reina en virtudes y sentimientos hacia los humildes, hacia los enfermos, hacia los desvalidos, a los que Dios alivia en sus dolores, mientras esperan que una mano blanca de mujer cubra sus carnes macilentas por los hielos de la indiferencia social, y esta Reina y mujer, es la princesa Isabel de Orleans, duquesa de Guisa, primera princesa de Europa que viste la gloriosa camisa azul de la Falange».

«Y es preciso que nosotros, que tenemos nuestra humilde pluma puesta al servicio de la España imperial que renace, hagamos llegar a todos los españoles, como esta Princesa de Orleans, Duquesa de Guisa, siente a España y a la Falange con la misma vocación, con la misma fe y disciplina, que pueda sentir la primera mujer nacionalsindicalista que cubra su pecho con la camisa azul …/… Y siente a España porque su augusta madre y varios de sus egregios familiares nacieron en esas benditas tierras de Andalucía, porque durante todas nuestras campañas de Marruecos su residencia ducal fue constantemente visitada por generales, jefes y oficiales de nuestro heroico Ejército de África …/… Y este su cada día más acendrado amor por España, la duquesa de Guisa lo manifiesta con entusiasmo, y en su residencia ducal, los días de nuestros triunfos, en los que nuestro ejército se cubre de gloria, ondea la bandera rojo y gualda …/… Durante los tres años de nuestra Cruzada, confecciona prendas y envía lotes a la Sección Femenina de Falange para nuestros heroicos combatientes …/… Y es por lo que ante esta magnífica labor de esta augusta Princesa Isabel de Orleans, el hoy ministro de Asuntos Exteriores Excmo. Señor don Juan Beigbeder, le impone la Banda y la Placa de Comendador de la Orden Jalifiana de la Mehduaia y el Jefe Comarcal del Movimiento propone a las altas jerarquías sea nombrada por los excepcionales servicios prestados en la Sección Femenina, y su espléndida cooperación económica, a los talleres de Falange, a los comedores de Auxilio Social y a las Organizaciones Juveniles, Jefe Comarcal Honorario de la Falange de Larache …/… Desde este día no hay acto oficial de la Falange al que no asista esta gran Princesa Isabel de Orleans, con su uniforme de camarada de la Falange llevando junto a las flechas y los yugos, su dorada insignia de Jefe Comarcal, y junto a estos emblemas del Partido, su escudo real con las flores de lis …/… Y por su amor a la Cruz Roja Española, y valiosísimos servicios prestados, en otro acto sencillo y admirable se le impone la Medalla de Oro de dicha Institución».

Ya en 1938, durante las fiestas con motivo del segundo Aniversario del Movimiento Nacional, Isabel de Orleans aparece en actos de significación política. Concretamente, Dionisio Ridruejo, que acompañaba a Serrano Suñer en su periplo por tierras del Protectorado marroquí, nos dice:

«saludamos allí a la duquesa de Guisa, una dama encantadora, tan entusiasta de Franco, tan creyente en él, como los moros que la rodean desde hace 25 años. Al regreso nos ofrece un té en su mansión». [2]

También consta que la princesa contribuyó, en su momento, en la operación que el gobierno español realizó ante la llamada crisis de Tánger en 1940:

«La heredera del Trono de Francia, la Duquesa de Guisa, visitó Tánger durante la ocupación vestida con la camisa azul de la Falange, en la que le fue impuesta una condecoración». [3]

No hemos podido saber hasta qué fecha se prolongó la actividad de la duquesa dentro de FET de las JONS, pero, sí hemos podido disponer de un recorte del diario El Faro, de Ceuta, de 20 de abril de 1940, donde se menciona su participación, como jefe comarcal honorario de la Falange de Larache, en un acto celebrado en tal localidad con motivo de la Fiesta de la Unificación.

Está claro que, de lo narrado hasta aquí, se puede obtener diversas conclusiones. Quien firma considera de interés señalar la identificación con el Ideario de la Falange que, a todas luces, pone de manifiesto la actividad de la duquesa, singularmente en cuanto a la superación del mito de la lucha de clases y, por supuesto, en cierta medida, con el principio de justicia social.


  • [1] – Asociación La Medina www.lamedina.org
  • [2] – Revista Vértice, núm. 13. 8/1938.
  • [3] – Foro de Cultura de Defensa.- Operación en Tánger (1940): España y la Segunda Guerra. Mundial.

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