Editorial | Febrero 2022

A todo invierno sigue una primavera

Es el momento de vislumbrar una nueva primavera. En primer lugar, en nosotros mismos, que es el modo de colaborar para que otras primaveras vean el amanecer.


Publicado en el núm. 233 de Trocha, de febrero de 2022. Editado por Veteranos OJE - Cataluña. Ver portada de Trocha en LRP. Para recibir actualizaciones de Trocha.

A todo invierno sigue una primavera


Entramos en febrero. Para unos, mes anodino e invernal, a lo mejor algo frío y carente de tractivos; para otros, preludio de una nueva primavera. El vaso de agua, medio vacío o medio lleno… ¿Cuál será nuestro talante como veteranos? Se anuncia levantamiento de restricciones sanitarias, porque, entre las vacunaciones y los contagios con síntomas leves de la (¿última?) ola, los riesgos descienden; claro que nunca podemos estar seguros, y toda precaución es poca…

Lo importante, en todo caso, es que nosotros no nos contagiemos de los problemas psicológicos que la pandemia ha traído consigo: ansiedades, síndrome de la cabaña, depresiones, adicción a las redes como único medio de relación, pesimismos… La vida sigue y gira a nuestro alrededor. De este modo, vamos a empezar nuestras actividades: una (prudente) videoconferencia, una salida montañera, una visita cultural… Poco a poco, sin caer en el tópico estúpido de nuevas normalidades. Lo cierto es que tenemos ganas de respirar, de salir al aire libre, de compartir mesas, alegría y canciones. Veremos lo que podemos hacer, pero siempre con el ánimo que ha presidido nuestras relaciones, reflejo del que aprendimos y asumimos en nuestra primera juventud.

A nuestro alrededor ⎼aparte del tema sanitario⎼ el mundo está embarcado en nuevos retos. Nos pueden preocupar las noticias, claro, como la tensión internacional en las fronteras de Ucrania, o la desastrosa deriva de nuestra política nacional. Pero, junto a esa preocupación ⎼inevitable⎼ debemos embargarnos de ocupaciones: acrecentar los vínculos de camaradería y hermandad, perseverar en la formación permanente por medio de lecturas, foros y debates, colaborar en las ocasiones y actos donde se trabaje por la unidad de España, echar una mano a una O.J.E. que también sale de su invierno a que le ha obligado la pandemia…

Es el momento de vislumbrar una nueva primavera. En primer lugar, en nosotros mismos, que es el modo de colaborar para que otras primaveras vean el amanecer. Las circunstancias externas pueden ser buenas o menos buenas, pero, en todo caso, son apasionantes y hemos de estar atentos a ellas. Y siempre con nuestro estilo como norma de vida.

Algunos recordamos que el día 9 de este mes se conmemoraba a aquel estudiante de Medicina llamado Matías Montero, que, lejos de escribir sobre escándalos y suciedades de los libelos al uso, lo hacía evocando una España distinta, joven y prometedora, llena de páginas gloriosas en su historia y con el impulso juvenil de que volviera a serlo en el futuro. Porque, las primaveras siempre vuelven, a pesar de los inviernos




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