¿Y si se suspenden las elecciones?

A mí me da la sensación de que la Junta Electoral Central debería bajar la persiana y declarar que estas elecciones no se pueden celebrar con plenas garantías dado el poco tiempo con que fueron convocadas.


​​Publicado en la revista El mentidero de la Villa de Madrid núm. 774 (21/JUL/2023), continuadora de Desde la Puerta del Sol. Ver portada El Mentidero en La Razón de la Proa (LRP) Recibir el boletín de LRP.​

¿Y si se suspenden las elecciones?

Estoy por decir, y digo, que no sé un carajo de este tema, aunque llevo votando unos cuantos años. Pero a la vista de la urgencia con la que convocó Pedro Sánchez el plebiscito que tenemos el próximo domingo, da la sensación de que una parte importante de electorado español no va a poder ejercer su derecho de meter el sobrecito en la urna, o encaminarlo a través del servicio de Correos por la justeza de tiempo y la época del año en la que una parte importante de los españoles están fuera de su domicilio y difícilmente pueden cumplir las fechas establecidas para utilizar Correos como mensajero para el envío del voto.

¿Convocó Pedro Sánchez estas elecciones con la intención de que una parva importante de españoles no tuviera tiempo ni forma de emitir su voto, incluso que no pocos ni se enteraran de la convocatoria? Sin duda cabe en su mente esta estratagema como cualquier otra, pues a lo largo de más de cuatro años nos lo ha venido demostrando.

Y es que, como dijo Alfonso Paso, «El rencor oscurece el alma. El rencor ofende especialmente a Dios. Por eso es muy importante diferenciar la dignidad del rencor», y en Pedro Sánchez no se ha producido todavía la separación entre dignidad y rencor. Por ello se da que muchos españoles estén intentando cubrir los requisitos para ejercer su derecho y cumplir su obligación como miembros del país en el que viven. Y no pocos, aunque cumplan con el requisito, es posible estén en la seguridad de que peligra su voto en cuanto a llegar a tiempo a la mesa correspondiente para ser tenido en consideración.

Supongo que no lo prevé la Constitución, ni lo tiene en cuenta la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. En la primera norma no recuerdo haberlo leído, y la segunda no ha pasado por mi mano. Pero creo que en ninguna de las dos, al ser redactadas, los legisladores pensaran en las prisas que iba a tener Pedro Sánchez en estos tiempos calurosos, con temperaturas descomunales, que suelen dedicarse no a cosas tan serias como una elección, sino a ir a la playa o al monte a refrescar un poco la mente, a descansar el cuerpo y a disfrutar de un relax que calificamos como merecido.

Quizá Pedro Sánchez recordó que, teniendo en cuenta que estos día aparece en el calendario la fecha de 18 de julio, y aunque sea privadamente habrá quien celebre el principio de la última Guerra de España, él no iba a ser menos y se lanzó con inquina a convocar, ese mismo mes, y 87 años después, con cinco días de demora, otro enfrentamiento de españoles con el ánimo de que el ganador iba a ser él.

A mí me da la sensación de que la Junta Electoral Central debería bajar la persiana y declarar que estas elecciones no se pueden celebrar con plenas garantías dado el poco tiempo con que fueron convocadas. Si se diera ese caso, seguro que muchos españoles lo iban a aclamar de la misma forma que han aplaudido el triunfo de Carlos Alcaraz por el triunfo en Wimbledon.




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