Iván, me ha dejado «pasmao»

13/NOV.- Con su valentía e intrepidez pretende enseñar a los españoles –y suponemos que a las gentes de otros países–, que hay que educar la mirada de los chicos que, como él, son atrevidos...

Publicado en la revista Desde la Puerta del Sol núm. 539, de 11 de noviembre de 2021. Ver portada Desde la Puerta del Sol en La Razón de la Proa (LRP).

Iván, me ha dejado «pasmao»

«Pasmao». Absolutamente «pasmao» me ha dejado Ivan Rodríguez con su artículo doctrinal, primero de una serie que anuncia publicará en La Vanguardia y que tiene toda la pinta de querer sea un máster de sus conocimientos sobre el asalto a los puestos principales ya sea en el gobierno de los estados, ya en los demás órganos de poder sean públicos y privados. Máster que denomina The Situation Room, en inglés, para destacar su importancia.

Tanto es lo aprendido que lo valora casi como un doctorado, lo que le lleva a confesar su deseo «de devolver secuencialmente a la sociedad parte del conocimiento adquirido en su vida profesional desde la práctica pública en la gestión estratégica [...] de un gobierno a nivel nacional o autonómico». Asegurando que en el discurrir de la vida no es tan determinante la carrera que tú eliges como que «es la carrera la que te tiene que elegir a ti».

Con su valentía e intrepidez pretende enseñar a los españoles –y suponemos que a las gentes de otros países–, que hay que educar la mirada de los chicos que, como él, son atrevidos, «y aprender a ver con la cabeza en lugar de con los ojos». No tiene tanta importancia de a quién conozcas, sino ver con la cabeza, repite.

Poniendo de manifiesto que, a la hora de actuar de los estrategas, «para vencer la carrera se trata de lograr un equipo algo mucho más importante que una venta». «Se trata de conectar con las generaciones políticas que son motor en cada momento y en cada elección para ganar».

No vamos a desmenuzar toda su primera lección del máster The Situation Room. Con esto ya vemos que se dirige prácticamente en exclusiva a los trepadores que, como él, acaban de salir de la Universidad, o hace poco, y andan buscando los lugares a los que ascender valiéndose de los conocimientos adquiridos en las nuevas técnicas, aunque estén ausentes de unos conocimientos culturales más amplios, como marca la tradición. Porque, a simple vista, este arribista no tiene en cuenta que para moverse en las alturas no es suficiente tener unas botas de última hora, una cuerda trenzada con las más recientes fibras, sino que la cabeza, esa que él solo utiliza para ver, ha de estar bien amueblada de conocimientos, ha de ser capaz de reflexionar sobre lo más adecuado en cada momento, matizar los pros y los contra en lugar de solo «ver» con la cabeza por donde ha de embestir como lo pueda hacer un buen Miura; que eso es lo que, según asegura, debe haber aprendido en la Moncloa.

Porque mientras estuvo en la Moncloa, y actuó de asesor de Pedro Sánchez, y le orientó de por dónde debería ir para conquistar las metas propuestas, fundamentalmente la perduración en la Moncloa por tiempo indefinido, debió olvidar que la misión principal de un jefe de Gobierno es buscar el bienestar de la ciudadanía y no el medro personal, que es lo que persigue Ivan, y quiere exponer en su máster. Cabe pensar que ninguno de sus consejos fue dirigido a conseguir laureles para España y los españoles, ganando etapas para todos. De eso, ni se ocupó, probablemente ni supo qué aconsejar. Quizá porque el propio Pedro Sánchez tampoco lo pretendía, sino que buscaba, viendo con su cabeza más bien vacía de lo que debe tener la de un excelso presidente de Gobierno.

Tampoco prometemos seguir el máster The Situation Room, sino más bien todo lo contrario si estuviera en nuestra mano. Nuestra inclinación es que los jóvenes en formación, y ya formados pero inexpertos, en vez de mirar únicamente con la cabeza para tantear el salto que han de dar para conseguir la meta pretendida, miren con los ojos, que para eso están, y traten de equipar la cabeza con una buena y sólida formación, toda la que puedan extraer de los conocimientos que los hombres que nos han precedido han ido elaborando durante siglos, pues eso es lo que los permitirá llegar a los puestos que ambicionan sin que sean un bluf, y conseguir los méritos que los permita ser grandes hombres y no titiriteros sin más bagaje que la de sus juegos y recreos. Porque hoy día el mundo, España, la mayoría de los países, necesitan de personas serias y documentadas que vayan poniendo las fichas en los lugares apropiados y no seguir la suerte de los dados lanzados por un cubilete sin sentido de ningún tipo.

Hoy no tenemos otro remedio que hacernos acompañar por un botijo con historia, salido de la artesanía de Pereruela (Zamora), cuyos alfares se remontan nada más que al siglo XVI. Sin duda, este botijo nos da la tranquilidad propia de la experiencia de los años.


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