Nuestra carta a los Magos de Oriente

Queridos Magos de Oriente:

Ya sabéis que este año que ━¡por fin!━ ha terminado ha sido bastante lamentable; más o menos, igual que parte del anterior, pues nos ha golpeado y sigue golpeando ese maldito bicho surgido de un laboratorio de guerra (ya quedaron atrás las fábulas del murciélago y el pangolín). Pero, claro, a la guerra hay que ir con prudencia, pero sin miedo, porque, si no, estás perdido… Por lo tanto, la primera petición que os hacemos los veteranos no puede ser otra que la salud: que desaparezca la covid-19, con todas sus variantes denominadas con el alfabeto griego, y que los seres humanos podamos respirar aire libre, sin ambientes contaminados. Y es evidente que los ambientes están cargados de ese y de otros virus amenazantes; para ello también os pedimos las necesarias vacunas o los fármacos que nos ayuden a ir superándolos.

Os pedimos que desaparezca también el peligroso virus de la desafección hacia nuestra España; unas veces procede de las alcantarillas del separatismo insolidario; otras, de las connivencias y complicidades entre las instituciones; en general, se trata del virus contagioso del odio y del rencor, empeñado en que los españoles ━y todos los habitantes del Planeta━ no podamos vivir en hermandad. Las banderías y las sectas dominan estos laboratorios detestables que constantemente quieren contaminarnos, a nuestras naciones, a nuestras familias, a nuestros hijos y nietos…

La tercera petición va también en esa línea: aleja de nosotros la ignorancia y le estupidez; traednos cordura para saber distinguir lo bello, lo bueno, lo verdadero, de las mercancías averiadas. Que los valores que se contienen en los once puntos de nuestra Promesa sean el antídoto esencial contra la falta de criterio, la inercia, el abandono y el desaliento.

Os pedimos especialmente para las nuevas generaciones, que se han visto privadas de sus campamentos, de sus marchas, de sus albergues y actividades, con sus hogares cerrados a cal y canto, ayunos de escuchar aquella voz segura de otras veces. Nosotros, los veteranos, tenemos mucho aguante y ━pese a la covid y a los otros virus━ mantenemos el tipo al pie de nuestras trincheras y garitas; pero no sabemos qué será de esos flechas, arqueros, cadetes y guías a la intemperie por las circunstancias.

Cuando lleguéis a España, soñadla, como nosotros, unida, en paz, justicia y libertad. Donde quepamos, alegre y confiadamente, todos los españoles de buena voluntad, como oísteis cantar a aquellos ángeles junto al pesebre al que os acercasteis con vuestros regalos de oro, incienso y mirra. No os pedimos tanto, ya lo veis. Pedidle a aquel Niño al que adorasteis ━haciendo un corte de mangas a los Herodes de vuestro tiempo━ que nos ayude a todos.

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