OPINIÓN | HISPANIDAD

A vueltas con América y sus descubridores.

Esto de América, la conquista, colonización y evangelización, es tema recurrente que periódicamente ha de sacar a colación algún cretino que ha mamado en las fuentes de los eternos propagadores de la leyenda negra española.


Publicado en la revista Desde la Puerta del Sol núm. 510, de 1 de octubre de 2021. Ver portada Desde la Puerta del Sol en La Razón de la Proa (LRP). Recibir actualizaciones de LRP.​

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A vueltas con América y sus descubridores.

A vueltas con América y sus descubridores


Esto de América, la conquista, colonización y evangelización, es tema recurrente que periódicamente ha de sacar a colación algún cretino que ha mamado en las fuentes de los eternos propagadores de la leyenda negra española. Da igual que sesudos historiadores hayan investigado al respecto y plasmen en importantes libros cómo, a su juicio, se llevó adelante tan inmensa proeza; los lerdos de escasa inteligencia, pero vastos en malas intenciones, lo utilizan para elevarse sobre la plebe a fin de conseguir sus perversas ambiciones.

Donde más surgen estos ardorosos individuos es en el muy querido Méjico, país por el que la mayoría de los españoles siente gran afecto, y yo un especial cariño desde siempre.

Cuando era joven, y empezaba a leer, cayó en mis manos una novela, cuyo título y autor no recuerdo, que se desarrollaba en Méjico, fundamentalmente en Chichén Itzá. Quedé prendado, sin conocerlo, de aquél enclave de cultura maya, y no sería hasta varios decenios después que pudiera gozar de aquella maravilla. Tiempo aquél que aproveché para visitar todos los centros culturales donde disfrutar de la arqueología de las diferentes culturas que poblaron Méjico, tales como Palenque, Uxmal, Tajín, Teotihuacán, Cholula, Tulum, Mitla, Tula y cuantos tuve conocimiento de que existían, entre ellos, unas pirámides en la Ciudad de México (anteriormente denominada el Distrito Federal -DF-) que ningún mejicano, con los que tuve relación mientras mi estancia en Méjico, las conocía.

Valga el comentario anterior para dejar de manifiesto mi inclinación a las culturas precolombinas en cuanto a sus obras; cosa de la que no puedo decir en lo tocante a las costumbres de quienes poblaron algunas de ellas.

Da pena que surjan individuos empeñados en tergiversar la historia, como el actual presidente de Méjico, Manuel López Obrador, quien, al parecer, no tiene más cerebro que el de los niños de las escuelas mejicanas a los cuales se les enseña toda una historia creada por ignorantes y estólidos. Sobre todo porque no tienen en cuenta que ellos, los de la leyenda negra, son fundamentalmente los descendientes de los españoles, no los indígenas que andan repartidos por todo el país gracias a que los conquistadores españoles los trataron como personas, les educaron, les enseñaron todo lo que en estos momentos les mantiene dentro de la cultura occidental.

El propio López Obrador tiene sus orígenes en España, en la localidad cántabra de Ampuero, y desciende de José, un joven, hijo de guardia civil, que en 1917 decidió hacer las américas y con lo puesto se lanzó a cruzar el charco. Hurgando un poco se llega a la conclusión de que todos los defensores del hipotético mal comportamiento de los españoles de la conquista tienen origen español, aunque, en estos tiempos, no faltan oriundos de otros países europeos.

Por otro lado, Miguel Hidalgo, iniciador de la independencia de Méjico, era hijo de familia criolla –descendiente de europeos– cuyos padres fueron Cristóbal Hidalgo y Costilla y Ana María Gallaga, nombres y apellidos claramente españoles.

Miguel Hidalgo inicia la independencia de Méjico el 16 de septiembre de 1810, mediante una arenga en la que convocó a sus feligreses a alzarse en armas contra el gobierno español, hecho conocido como el «grito de Dolores», con una serie de consignas a favor de Fernando VII y el toque de campanas de la parroquia del Pueblo de Dolores. Las palabras exactas que pronunció tal vez nunca se sepan. Las versiones probables y más antiguas son reflejadas por:

Manuel Abad y Queipo (1810): «¡Viva nuestra madre santísima de Guadalupe!, ¡viva Fernando VII y muera el mal gobierno!».

Diego de Bringas (1810):«¡Viva la América!, ¡viva Fernando VII!, ¡viva la religión y mueran los gachupines!».

Anónimo (1810) recopilado por Ernesto Lemoine Villicaña: «Viva la religión católica!, ¡viva Fernando VII!, ¡viva la patria y reine por siempre en este continente americano nuestra sagrada patrona la santísima Virgen de Guadalupe!, ¡muera el mal gobierno!».

Juan Aldama (1811): «¡Viva América!, ¡viva la religión y muera el mal gobierno!».

Servando Teresa de Mier (1813): «¡Viva Fernando VII y la Virgen de Guadalupe!».

Lucas Alamán (1840): «¡Viva la religión!, ¡viva nuestra madre santísima de Guadalupe!, ¡viva Fernando VII!, ¡viva la América y muera el mal gobierno!». A lo que el pueblo respondió: «¡Viva la Virgen de Guadalupe y mueran los gachupines!».

De estas arengas se deduce claramente que el levantamiento de Hidalgo no fue contra España, sino de los criollos (descendientes de españoles), contra los gachupines, españoles que en aquel momento ejercían el gobierno de la Nueva España.

Por lo expuesto, queda patente que nada tiene que ver la conquista con la independencia de los países americanos, de Méjico entre ellos. Por lo tanto, las soflamas de López Obrador quedan fuera de lugar, pues son dos hechos que en sí no tienen nada que ver directamente.

Es evidente que se ha pasado de rosca el desequilibrado presidente mejicano al mandar las cartas que ha enviado al rey de España, Felipe VI, y al papa Francisco, en las que saca a relucir las viejas historias de lo que, según él, hicieron sus ancestros, pues siendo nacido en Méjico es un criollo a todos los efectos.

De lo que no habla López Obrador es de lo poco que han hecho los criollos por los indígenas de toda la República, ya que se puede comprobar que en muchos lugares casi están peor que cuando los trataron y educaron los misioneros españoles. Aunque no es tema que me corresponda, me permito opinar al respecto, diciéndole que más le valía hacer una nueva revolución de las varias que ha tenido el país, esta para eliminar la institucionalización de la «mordida», la creación de un tejido industrial que proporcionara trabajo a tanta gente que vive de la limosna, la evasión de tanto dinero a otros países, fundamentalmente a USA, para invertirlo en inversiones más seguras, etc.

A continuación reproducimos diferentes documentos sobre el tema comentado,... [*]

...y traemos con cariño a este rincón un botijo decorado con una pareja que demuestra el amor sacando de sus adentros, el corazón, cosa que recomendamos a López Obrador haga en recuerdo de los auténticos criollos que nacieron de la unión de los conquistadores españoles y los indios de las diferentes culturas mejicanas, que se esforzaron en hacer el Méjico de los primeros siglos junto con los gachupines, y que sus descendientes han dejado que se fuera deteriorando en un Méjico moderno manejado por incompetentes, practicantes de la mordida a mogollón, y sin mirar de frente a los indígenas, los auténticos naturales de aquellas tierras, a los que desprecia.


[*] El índice del núm. 510 de la revista Desde la Puerta del Sol está dedicado íntegramente a esta temática. Pulsar sobre la imagen...

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