JOSÉ ANTONIO

Los caminos de los papeles de José Antonio.

«...había una serie de documentos y lo más sorprendente del hallazgo una fotografía en la que José Antonio desde la cárcel proponía vías de solución al sangriento conflicto que acababa de estallar».


Publicado en la revista Gaceta de la FJA de FEB/2022. Ver portada de la Gaceta FJA en La Razón de la Proa (LRP). Recibir el boletín semanal de LRP.​​​

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Los caminos de los papeles de José Antonio.

Los caminos de los papeles de José Antonio.


El anterior número de este medio (Gaceta FJA de enero de 2022), publicó un artículo, recogido del diario ABC (28/10/2021), cuyo autor era el periodista Manuel P. Villatoro. Se titulaba: Cuando la República pisoteó los esfuerzos de José Antonio para evitar la Guerra Civil. Con este rotulo tan atractivo, para los que somos lectores de lo que se publica sobre el fundador de Falange, me puse a leerlo, pero a medida que iba avanzando en su lectura, mi decepción era cada vez mayor.

Comienza el autor escribiendo: «A José Antonio Primo de Rivera, uno de los brazos ejecutores de la dialéctica de los puños y pistolas…». Si bien es cierto que en el mitin fundacional José Antonio habló de la dialéctica de los puños y las pistolas, de lo que se arrepentiría más tarde por haberlo dicho, no entiendo muy bien qué tienen que ver esas palabras con el título del artículo. Salvo que fuera otra su propósito.

Y sin salirse de su guion, escribe:

«La sublevación supuso para él un mazazo, pues su objetivo era ascender hasta la poltrona cual mesías y desempeñar un papel clave en el nuevo programa gubernamental alumbrado tras la caída de la Segunda República…».

Vamos a ver, señor Pérez: ¿de dónde saca semejante juicio? Tiene usted demasiada imaginación. También dice, de manera muy exagerada, que fue acusado de «infinidad de delitos», pero solo cita el de la «tenencia ilícita de armas». ¿Cuáles son el resto?

Reconoce el periodista que la guerra civil era para José Antonio un desastre a todos los niveles. Y, por ello, intentó mover los hilos para detenerla:

«Mediar entre ambos bandos y formar un Gobierno de concentración en el que estuvieran representados la mayor parte de los partidos políticos de la época. La propuesta fue rechazada por la Segunda República, que le impidió reunirse con los generales sublevados». Seguidamente escribe: «En honor a la verdad, tan real como que no se le permitió salir de prisión es que sus intentos habrían sido en balde. Así lo confirma su biógrafo más famoso, Joan María Thomàs…».

En primer lugar, no hacía falta que nadie confirmara nada, si antes Pérez Villatoro hubiera leído la carta que José Antonio escribió al entonces presidente de las Cortes, Diego Martínez Barrio, el 9 de agosto de 1936, habría visto que el fundador de Falange en ningún momento le dice nada de formar un Gobierno de concentración, ni tampoco que la propuesta fuera «rechazada por la Segunda República». Simplemente dice que el Gobierno «no aceptó» la proposición de José Antonio.

En cuanto a considerar a Joan Maria Thomàs el biógrafo más famoso de aquél, es para tomarlo a broma. Está demostrando con ello que ha leído muy poco como para hacerle merecedor de semejante calificativo a este profesor mallorquín, quien, además, no pierde ocasión de decir a sus lectores, que el fundador de Falange, era un «fascista». Asimismo, escribe que era hijo de un «dictador», que, aunque es verdad, no veo qué tiene que ver el padre con el hijo. Salvo, como ya he repetido, fuera otro su propósito porque lo que era el padre de otros políticos que cita en sus libros, no dice nada.

El periodista escribe a continuación: «la mala relación que mantenía con Francisco Franco». Es posible que así haya sido, pero, sobre el particular, es decir, acerca de esa «mala relación», lo único que sabemos es lo que nos ha dejado escrito Serrano Suñer en sus memorias cuando Franco y José Antonio se entrevistan en el domicilio del padre de Serrano, aunque ya se conocían por haber sido ambos testigos de la boda de Serrano con Ramona Polo en la basílica de San Juan de Oviedo, año 1932. Al parecer, nos dice Serrano, de aquella entrevista «José Antonio quedó muy decepcionado». No hubo más encuentros, que se sepan. No existía, pues, ni buena ni mala relación, simplemente no existió.

Pero el periodista insiste para demostrarnos esa «mala relación» porque cuando le enseñaron «al dictador los documentos escritos por el mismo Primo de Rivera, impidió su publicación», aunque el periodista no nos dice los documentos que le enseñaron, sencillamente porque no lo sabe, pero insiste. Si se refiere a los que José Antonio tenía en la celda el día que lo asesinaron, no olvidemos que todos los que pudieran estar dentro de la famosa la maleta y ésta fue a parar a manos de Indalecio Prieto. Lo dice el propio socialista quien, en el tomo primero de sus Convulsiones de España, declara que se halla en excepcionalísimas condiciones de manifestar que los papeles de José Antonio «fueron a dar a mis manos y los conservo cuando papeles guardaba en su celda de Alicante José Antonio, figurando entre ellos su testamento…». Testamento que, para Eugenio d'Ors, «está ya destinado y para siempre, a sertal es su calidad literariauna página de antología».

A continuación, Indalecio Prieto, reproduce una serie de documentos, hoy ya todos conocidos. Como, por ejemplo, la formación de un Gobierno presidido por Martínez Barrio y en el que el propio Prieto sería ministro de Obras Públicas. Es el año 1967 cuando el socialista edita en México los papeles que José Antonio tenía en su celda antes de ser asesinado.

Posteriormente, Miguel Primo de Rivera y Urquijo repite los escritos en su libro Papeles póstumos de José Antonio. publicado en 1996. En el prólogo, escribe:

«Indalecio Prieto, ministro de Defensa en el Gobierno de Largo Caballero en noviembre de1936, remitió copia a los albaceas, Raimundo Fernández-Cuesta y Merelo, que antes de la guerra había sido secretario general de Falange Española de las JONS, y Ramón Serrano Suñer, diputado de la CEDA en 1933 y 1936, y amigo personal de José Antonio».

Después, Rafael Ibáñez, en su trabajo sobre las Obras completas, año 2007, también recoge el contenido de esos papeles en los que, como es lógico, figura la lista de gobierno ideada por José Antonio. Y ahora me detengo en el ministro de Gobernación, Portela Valladares, que, según el biógrafo Ximénez de Sandoval, aquél «ofreció a José Antonio Primo de Rivera la cartera de Agricultura».

También Portela, en sus memorias, al no haber salido José Antonio diputado en las elecciones de febrero de 1936, escribe:

«Mas ¡qué diferente habría sido la política española si se hubiese sentado en el Congreso! No habría secundado los ataques corrosivos y demagógicos de Calvo Sotelo; caminaría con rumbo propio; no habría sido detenido arbitrariamente, y no habría sufrido la prisión y la sentencia de muerte. No se avendría nunca a ser plegadizo portavoz de la rebelión militar, si es que ésta llegaba producirse, y pondría su pensamiento en aquella altura en lo que lo situó su testamento político de buscar igual que yo una conciliación entre las dos Españas, una colaboración ministerial con republicanos probados».

Pero volviendo a los papeles, todo parece indicar que Pérez Villatoro se entera de su existencia cuando un día se fija en un artículo que escribió y publicó en ABC, titulado Cuando José Antonio intentó parar la Guerra Civil (20/11/2020), el político y escritor, el catalán Jorge Trías Sagnier, lo que demuestra lo poco o nada que leyó sobre el tema. Éste, el 14 de septiembre de 1969, se hizo cargo de todos los archivos de su padre «donde había una serie de documentos y lo más sorprendente del hallazgo una fotografía en la que José Antonio desde la cárcel proponía vías de solución al sangriento conflicto que acababa de estallar». Cita también los nombres de los que habrían de componer el Gobierno en el que «no había ni un solo falangista ni un general sublevado», termina escribiendo Trías Sagnier. Quien añade que los papeles, «ahora reposan en el Archivo Tarradellas del Monasterio de Poblet».

¿Cómo llegaron una copia de los papeles de José Antonio a manos del padre de Trías Sagnier? Posiblemente nunca lo sabremos. Habría que investigarlo. Sí sabemos que quien primero los hace público es Indalecio Prieto en 1967. Pero antes, una copia, ya estaba en poder del padre de Jorge Trías, Carlos Trías Bertrán, secretario de FE-JONS en Barcelona cuando se constituyó el 16 de julio de 1934 y que, terminada la Guerra Civil, fue designado concejal y posteriormente diputado provincial de Barcelona y procurador en Cortes. Es muy posible que, dada su relación y servicios prestados al Movimiento, que pudiera tener buena amistad con Ramón Serrano Suñer y Raimundo Fernández-Cuesta, ambos poseedores de una copia de los papeles de José Antonio, que uno de ellos, muy probablemente, le hiciera entrega de la copia que nos habla su hijo Jorge en su artículo publicado en el ABC el 20 de noviembre de 2020.




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