EDITORIAL | TROCHA

Inoculación

Existe otro tipo de pandemias, de inoculación de virus dañinos, en concreto, para la salud mental y espiritual de los españoles. Nos referimos a la transmisión exhaustiva de los presupuestos ideológicos de la ideología woke.


Publicado en la revista Trocha, de febrero de 2024 (núm. 255). Editada por Veteranos OJE - Cataluña. Ver portada de Trocha en La Razón de la Proa. Para Solicita recibir el boletín de Trocha

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Inoculación


Las autoridades, algunas de ellas supuestamente sanitarias, no cesan de mantener a la población en permanente estado de alarma; los noticiarios de televisión y la prensa insisten en titulares acerca de la saturación de los servicios de urgencia de los hospitales, las altas cifras de contagio de gripe o covid y las supuestas medidas de prevención, entre las que destacan, cómo no, las mascarillas, que han vuelto por decisión unilateral de la que dicen es ministra de Sanidad, a pesar de la oposición de diversas comunidades autónomas. Se nos antoja que el objetivo constante es mantener el miedo y lograr una sociedad sumisa. Todo ello sin menoscabo de que, en esta época del año, los problemas respiratorios se agudicen… como en cada estación invernal. Dejemos al lado nuestra sospecha y aceptemos la veracidad de las cifras oficiales; claro es que ese colapso de urgencias es, por ejemplo, consecuencia de las graves carencias de los centros de atención primaria y de la insuficiencia de personal sanitario contratado por las administraciones.

Pero existe otro tipo de pandemias, de inoculación de virus dañinos, en concreto, para la salud mental y espiritual de los españoles. Nos referimos a la transmisión exhaustiva de los presupuestos ideológicos de la ideología woke, especialmente en los ámbitos educativos y juveniles, que, además, son de obligado cumplimiento y cualquier resistencia al respecto puede quedar bajo los innumerables decretos legales para su sanción.

La ideología de género constituye una espada de Damocles para las generaciones jóvenes; el estúpido e ignorante lenguaje inclusivo es aceptado y asumido sin la menor crítica en las aulas escolares, en las actividades de tiempo libre, en las asociaciones juveniles, en algunas predicaciones de la Iglesia católica. El cambio climático se ha convertido en un dogma, sin prestar atención alguna a los debates verdaderamente científicos sobre el tema. La propaganda política del establishment, incluidas, por supuesto, las veleidades separatistas y antiespañolas, están, por supuesto, al orden del día; y la presión sobre las familias es constante, como, por ejemplo, en el ucase de la inmersión lingüística, no para supervivencia de las lenguas regionales, sino para el rechazo de la común lengua española. En resumen, cualquier estupidez es, no solo tolerada, sino integrada en los currículos educativos, tanto en la enseñanza formal, como en la no formal, y no digamos en la informal, la que nos bombardea en todo momento desde los medios de difusión y propaganda y desde las redes sociales.

Se ha dicho que estamos ante un totalitarismo democrático, que solo tiene de lo último el nombre. Hoy no hace falta coaccionar represivamente a las poblaciones y, especialmente, a los jóvenes más rebeldes, pues la inoculación de estas doctrinas prepara el terreno para que a nadie se le ocurra discrepar y todos aceptan de buen grado lo que se ha convertido en ideología oficial.

Unos cuantos -pocos o muchos, qué más dará- mantenemos contra viento y marea valores distintos y contrapuestos. Afirmamos la dimensión trascendente del hombre y creemos en el Dios del Amor; defendemos la patria española y su unidad; nos ratificamos en que la justicia, la libertad y la equidad (no un borreguil igualitarismo) deben ser los puntales de la convivencia; proponemos el servicio frente al interés materialista; asumimos toda nuestra historia y tomamos como espejo sus referentes en orden al valor, a la hidalguía, al honor… No vamos a arriar nuestros valores por mucho que los antivalores de la ideología woke se difundan y sean aceptados por los papanatas. Nuestras mascarillas sanitarias se basan en estas creencias.

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