El retorno del superhéroe

7/03.- Con desafiante y moñudo perfil avanza resueltamente como si fuera el mismísimo Gary Cooper de "Solo ante el peligro", reencarnado en desafiante macho alfa.
El retorno del superhéroe

De repente una noche, épicas imágenes abren los telediarios. Un sobrehumano ser, de espaldas cargadas por el insoportable peso de los derechos sociales conquistados, con desafiante y moñudo perfil avanza resueltamente como si fuera el mismísimo Gary Cooper de Solo ante el peligro, reencarnado en desafiante macho alfa.

Descendiente de una estirpe de pacifistas luchadores de hoz y martillo, alambrada y checa, por la libertad de los pueblos oprimidos, nuestro superhéroe había abandonado los cielos monclovitas, la moqueta y la molicie de los palacetes, para combatir en la calle a fascistas y fascistos.

En esta su primera gesta televisada se enfrentaría a cuatro malotes jovenzuelos de oscura estética, que le increpaban desde lejos con insufribles gritos de jarabe democrático: «Fuera la casta de nuestros barrios». Cuatro desarmados niñatos que nuestro campeón, auténtico experto en escraches y la ley del embudo, supo desactivar tan solo con su aguerrida presencia… un puñado de seguidores, algunos guardaespaldas y unos cuantos policías nacionales, pero sin necesidad siquiera de su motorizada guardia de Galapagar.

¡Albricias por el retorno al asfalto populista de Escrácheman! (Y atentos a los movimientos de algún otro superhéroe: como Marlaskaman, el increíble ministro menguante y superYoligirl, la mejor ministra de Trabajo con 6 millones de parados).