El criminal carnaval de las mascarillas

Aquel «Salimos más fuertes» significaba «Algunos saldremos mucho más ricos».


​​​​​Publicado en primicia en la sección opinión del digital Sevilla info (4/MAR/2024), posteriormente recogido por La Razón de la Proa (LRP). Solicita recibir el boletín semanal de LRP.

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El criminal carnaval de las mascarillas

Lo del Covid-19 marcará un antes y un después en la Historia por el elevado número de muertes que se cobró y de víctimas que dejó con lesiones de diferente consideración; pero también, por un amplísimo abanico de variados efectos. Como el pánico que propagaron desde las más altas instancias políticas y económicas, y la lógica sumisión universal que consiguieron; algo que podría repetirse en inquietantes experimentos sociales

En España, aquellos tristes recuerdos regresan con el (por ahora) caso Koldo, y los escandalosos tejemanejes del Gobierno de Pedro Sánchez que, según vamos conociendo, resultan más alarmantes aún que el estado con que nos atemorizaron y nos confinaron prorrogando ilegalmente los encierros. 

Ya supimos que se burlaron de nosotros con un inexistente comité de expertos y con aquel baile de mascarillas (ahora sí, ahora no) que, al parecer, no éramos capaces de producir y cuya adquisición había que encargar a determinadas empresas cercanas al Gobierno. Y la burla llega hasta el escarnio, cuando nos dicen que, al mismo tiempo que requisaban todo el material de protección sanitaria dejando inermes a los profesionales que se jugaban la vida en primera línea, dichas empresas compraban un material inservible para sus fines. Un negocio perfecto. En realidad, aquel «Salimos más fuertes» significaba «Algunos saldremos mucho más ricos». Y mientras sucedían tan criminales chanchullos, millares de españoles morían en soledad y sin la prohibida cercanía de la mano de un familiar o de un amigo.

Que toda esta corrupción a costa de la vida y salud de los españoles no haga caer al Gobierno de la nación y a los demás Gobiernos y políticos pringados en estas tramas, es indicativo de la putrefacción que hemos alcanzado.