'Amateurs'

24/06.- «…desgraciadamente, hay amateurismo y ligereza en la actitud del Gobierno en España» Omar Dahbi, analista político en el periódico marroquí Lematin.ma.

El Diccionario de la Real Academia Española define la voz francesa amateur como aficionado, que practica sin ser profesional un arte, deporte, etc.

De la misma forma es como definió, el analista político Omar Dahbi en el periódico marroquí Lematin.ma, al Gobierno español, haciendo referencia a los acontecimientos ocurridos con la acogida, por parte de Pedro Sánchez, del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali en territorio español.

Omar Dahbi argumentó en dicha entrevista: «La acogida por parte del gobierno de Madrid del líder de la milicia separatista "Polisario", Brahim Ghali, bajo una identidad falsa, constituye una "grave violación" de la ley española, ha desacreditado a España ante las instancias europeas". "Un ejecutivo que ha aceptado saltarse el poder judicial de su propio país acogiendo en su territorio a un individuo buscado por este mismo poder con una identidad falsa es capaz de cualquier cosa».

Y parte de razón no le falta, la prueba es que, según Libertad Digital, el titular del Juzgado de Instrucción nº 7 de Zaragoza, ha ordenado investigar una denuncia por presuntos delitos de falsificación, prevaricación y encubrimiento, contra los funcionarios de Fronteras y del Ministerio de Asuntos Exteriores que autorizaron la entrada, con identidad falsa, del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en la base militar de Zaragoza el pasado 18 de abril.

También subrayó el citado analista, que el uso del mismo procedimiento para la exfiltración del líder del Frente Polisario para salir del territorio español tendría fuertes consecuencias en las relaciones entre Marruecos y España. A todo ello, añadir, que además las ha traído con Argelia, al haber prohibido la Escuadrilla de Circulación Aérea Operativa (ECAO) de Barcelona, unidad del Ejército del Aire, la entrada en el espacio aéreo español, en pleno vuelo, al primer avión argelino enviado para recoger a Brahim Ghali, lo que provocó que la aeronave tuviera que retornar hacia su lugar de origen. Al respecto, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, aseguró que no tenía constancia de que un avión oficial del Gobierno argelino hubiera despegado desde ese país para recoger en España a Ghali y que tuviera que dar la vuelta cuando sobrevolaba las Baleares.

Según varios medios de comunicación, la ministra de Exteriores había autorizado el acceso a territorio español del citado avión, sin avisar a la ministra de Defensa, organismo que prohibió la entrada de la aeronave, ni tampoco al ministro Ábalos, responsable de los aeropuertos. Ante estos hechos, el ejecutivo niega que haya habido descoordinación gubernamental al respecto.

Finalmente, de madrugada, Brahim Ghali fue trasladado desde el aeropuerto de Pamplona a Argelia.

Lo expuesto da que reflexionar, y no es de extrañar que Omar Dahbi argumentara: «…desgraciadamente, hay amateurismo y ligereza en la actitud del Gobierno en España. Un Estado que se respete debe hablar ante su opinión pública para explicar lo que realmente ha sucedido de forma clara e inequívoca, y hacer que los responsables asuman sus responsabilidades».

La última es que Sánchez ha destinado 60.500 euros de los fondos europeos a combatir el racismo y el machismo en Marruecos en plena crisis diplomática. A ver como termina esta nueva ideación sanchista.

Lo cierto es que la actuación del gobierno marroquí, en los hechos ocurridos en Ceuta es deleznable, pero también es cierto, que España debe tener la capacidad diplomática para entender y saber actuar con el perfil singular del reino alauí, pero al parecer, a la titular de Exteriores del gobierno de Sánchez le ha faltado altura de miras al respecto, así como al propio presidente, y esto no ha terminado aquí.

Recientemente la vicepresidenta Teresa Ribera ha admitido que «el presidente está pensando en cómo encarar la nueva etapa», probablemente haya cambio de ministros, pero esperemos que no se cumpla el refranero de que: Otro vendrá que bueno me hará, aunque visto lo visto, no es de extrañar. Sería catastrófico.