'A un teniente rojo'

12/MAR.- Reflexión sobre un viejo texto de 1942, publicado en la revista literaria Azor: El espejo y el camino. A un teniente rojo.

Las cosas de nuestro tiempo

Entre los muchos escritos que, en la tarea de investigador de historia, pasan por mis manos, alguna vez encuentro alguno que me obliga a la reflexión; paro la actividad, vuelvo a leerlo, lo releo… y, por supuesto, procuro profundizar en el contenido del mensaje que pretende transmitir.

En esa tarea no es raro encontrarme con textos de gran utilidad para orientarme en esta hora que nos ha tocado vivir. Eso, precisamente, es lo que me ha ocurrido con el artículo publicado en la revista literaria Azor, en el lejano 31 de octubre de 1942, firmado por Mario G. Villa Fañé, que más abajo se transcribe.

Creo que merece la pena hacer un alto en el camino y analizar el caso; ya que en los momentos actuales, con un sector importante de la población española abducida por el señuelo del separatismo y con el odio encendido, y otros espoleados por algunos dirigentes del neo-marxismo irredento, nos han llevado a una situación de convivencia precaria, cuando no de ruptura y simple coexistencia entre los españoles.

Maravilla observar el tratamiento que el autor del escrito: A un teniente rojo, le concede a su enemigo de antaño, a su enemigo de la guerra, otorgándole el título de camarada enemigo; en la expresión más noble de los guerreros que se consideran enemigos solo en el combate, pero, fuera de él, se muestran respetuosos y humanos.

Está claro que el mensaje de ese artículo está fuera de época. Hoy los políticos de este país –salvo excepciones– se esfuerzan en sembrar el odio entre las personas y entre las clases sociales. Por esta razón, precisamente, estimo de gran interés dar a conocer este texto que responde, sin duda, a un fondo ideológico que proclama la unidad en el hombre, entre los hombres y entre las tierras de España.


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