Recordemos la historia

1/DIC.- En algunos momentos no viene mal recordar la historia para situarnos en el lugar en el que nos encontramos, dado que, lo queramos o no, somos herederos de los acontecimientos que han ocurrido a lo largo de los años en el país que consideramos como patria.


Publicado en el número 240 de 'Desde la Puerta del Sol', 1 de Diciembre de 2019.
Ver portada Desde la Puerta del Sol en La Razón de la Proa.

Recordemos la historia

En algunos momentos no viene mal recordar la historia para situarnos en el lugar en el que nos encontramos, dado que, lo queramos o no, somos herederos de los acontecimientos que han ocurrido a lo largo de los años en el país que consideramos como patria.

Concepto que el diccionario de la RAE define como «tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos», en su primera acepción.

En otros momentos parece obligado echar mano de lo que los historiadores van recogiendo de sus investigaciones respecto a los hechos del pasado, o de los escritos que dejan los propios hacedores de los sucesos acontecidos con el fin de poner las cosas en su sitio.

En estos tiempos en los que una parte de los españoles intenta cambiar la historia de nuestra patria, fundamentalmente la del siglo XX y XXI –aunque tratan con igual desparpajo toda la que se les ponga por delante si la tienen que ajustar a sus intereses– no viene mal leer el resumen que el historiador francés Arnaud Imatz nos hace a continuación de un periodo de esa historia reciente –que algunos de nosotros ha alcanzado a vivir–, a cuyo estudio e investigación ha dedicado mucho tiempo y dedicación, ligando los acontecimientos actuales a los hechos de ese periodo analizado.

Completamos este número con un estudio sobre la juventud que se empieza a escapar de los condicionantes que la han estado sometiendo hasta el momento.

Apenas se aprecia en España por la propensión a dejarse dominar por la izquierda montaraz que promete la riqueza a los que tienen poco o no tienen nada, proponiendo despojar cuando no desvalijar a los poderosos de sus riquezas, aunque lo único que cumplen es lo que no dicen: haciéndose ellos con notables fortunas que los convierte en los nuevos ricachones.