Casi un villancico: Belén montañero de la Hermandad Doncel

Con música que espera autor [1]

La nieve ha caído al alba
-¿acaso nadie se acuerda?-.
Coge el mazapán y anda,
los donceles se han marchado:
son cien, más los Reyes Magos.

Ya está aquí la Nochebuena
–¿acaso nadie se alegra?–.
Saca la zambomba, hermano,
que siendo un Misterio divino
Dios se nos hace humano.

¡Resplandor en la montaña!
–¿acaso nadie se acuerda?–.
Panderetas de colores,
fuegos de amor... y la estrella,
que al Salvador da las buenas.

Ya están alcanzando el cielo
–¿acaso nadie se alegra?–.
Venga el  almendrado turrón,
a la vez que ascienden, cantan,
y acompañan al Creador.

El portal puesto en la cima,
porque escuchemos los nadies,
la gaita y la lira sonaron,
sacaron del zurrón al Niño
y una oración recitaron.

[1] «El que acierta con la primera nota en la música misteriosa de cada tiempo, no podrá eximirse de terminar la melodía»..  J.A.P.R.

Nota: Antes de cualquier comentario, me anticipo para pedir a los posibles lectores la benevolencia propia de estas fiestas; Y agradezco  a mi amigo, camarada y ejemplo de muchas cosas, Diego Guerrero Perejón, su esfuerzo para conseguir colocar algunos parches en la composición, y así evitar su hundimiento prematuro con la primera lectura. Como era un encargo y no han venido a recogerlo, supongo que por haber leído el resultado, nos acogemos a la sabiduría de Manuel Machado: «Procura tú que tus coplas, / vayan al pueblo a parar, / aunque dejen de ser tuyas / para ser de los demás». Así lo esperamos,... y ¡Feliz Navidad!