Este verano ha sido trágico para los bosques españoles: los incendios se han ido sucediendo, calcinando miles de hectáreas de bosques; en unos casos, las olas de calor y las tormentas secas han sido los fenómenos naturales causantes; en otros ⎼nunca sabremos con exactitud los datos⎼ ha sido la mano del hombre. Un antiguo asociado de nuestra Hermandad sostenía que, tras los incendios provocados, había un plan para desertizar el sur de Europa, pero tampoco nunca sabremos si su teoría se correspondía con la realidad.

Pero las cenizas de los incendios se han correspondido con las de una política nacional desnortada, abierta a los adversarios de la unidad de España y a esa versión del marxismo cultural llamada, eufemísticamente, progresismo. No obstante, se van adivinando en el horizonte brotes de un despertar de muchos españoles, cansados del más de lo mismo que nos ofrece el Sistema en que estamos inmersos; es especialmente esperanzadora, la rebeldía de un amplio sector juvenil que, de momento, solo se expresa a través de las redes.

Nuestra Hermandad se solidariza con este disenso, y no cejamos en nuestra trayectoria de difundir mensajes que se corresponden, fielmente, con el sentido de la vida, de la historia y de la política en la esencialidad de José Antonio, en la que fuimos educados en nuestra juventud. No debemos cejar en el humilde e importante papel a que nos han conducido las avatares de la historia. Las promociones de los años 60 y 70 han reemplazado, con excepciones válidas y dignas, a las anteriores. Debemos, ahora, dar cabida a quienes, sin haber militado en la organizaciones de afiliados del Frente de Juventudes, se identifican con nuestros planteamientos permanentes.

Nuestras publicaciones van dando constante testimonio de nuestro afán diario, y cada día son celebradas por numerosos camaradas de toda España. Nos hemos convertido, a base de trabajo, en un referente nacional, y a ello se debe en gran parte el atractivo que nuestra Hermandad suscita en muchos ambientes próximos.

Por otra parte, el próximo año va a ser decisivo en la Hermandad, ya que se cumple el plazo para renovar la presidencia y, en consecuencia, la Junta de Gobierno. Animo a los asociados a que se planteen un necesario relevo, presentando candidaturas y proyectos ilusionantes para ello. Ni la actual presidencia ni los miembros de la Junta han pretendido jamás eternizarse en una labor de dirección y gestión, que es, como sabemos, una forma más de servicio.

Con este ánimo, saludemos la entrada del otoño. Ilusionados con un reverdecer de España y de nuestra Hermandad. Que no nos pueda ni la abulia, ni el desaliento ni la comodidad.

¡Sigamos nuestra andadura! ¡Arriba España!
El presidente. Manuel Parra Celaya