Editorial | Septiembre 2021

Viejos camaradas.

Cuatro cadetes de la OJE de Madrid, muy probablemente en el 'campamento demostración' que se instaló en El Parral (Burgos), en octubre de 1961, con motivo del homenaje al jefe del Estado, acto que fue considerado como la presentación nacional de la OJE (llevaba tan solo un año de andadura). La fotografía ha sido coloreada, y la imagen de fondo no corresponde ni al lugar ni al momento relatado.
La mayoría de esos viejos camaradas nos demuestran que recuerdan con alegría y sin remordimientos el pasado común, y, aún más, comparten con nosotros esa fidelidad a lo sustantivo de lo que creyeron ayer.

Publicado en el núm. 228 de Trocha, de septiembre de 2021. Editado por Veteranos OJE - Cataluña . Ver portada de Trocha en LRP. Para recibir actualizaciones de Trocha.

Viejos camaradas


La popular marcha alemana Viejos camaradas (Carl Teike, 1889), que tantas veces hemos escuchado, nos sirve de título para este editorial con el que comenzamos un nuevo curso; y también para una evocación, no tan solo añorante, y una llamada, una convocatoria para el futuro anhelante.

En ocasiones, recibimos las tristes noticias de ausencias forzosas, de fallecimiento de algunos viejos camaradas que antaño compartieron con nosotros el pan y la sal en nuestras marchas, campamentos, actividades; en esos casos, nos queda el recuerdo de la parte de la vida que compartimos juntos y, sobre todo, como creyentes, la oración por sus almas, en la seguridad de que nos reencontraremos algún día…

Y, en otras ocasiones ⎼la mayoría, afortunadamente⎼ nos llegan nuevas de camaradas alejados o es un encuentro casual el que propicia el abrazo… y la reiterada invitación a compartir de nuevo una actividad, ya como veteranos, pero con la misma ilusión de otros tiempos. Ya esos viejos camaradas queremos dedicar este primer editorial de Trocha para el curso 2021-2022.

Desde nuestras épocas juveniles, la vida ha dado muchas vueltas y las situaciones han sido profundamente cambiantes; en lo físico (¿quién puede ocultar una barriguita, una calvicie incipiente o completa?), en lo social (¿a dónde nos habrá llevado en cada caso el transcurso del tiempo y las circunstancias?) y en la maduración del pensamiento… ¡Claro que todos somos, a la vez, diferentes y similares a lo que fuimos ayer!

Algunos viejos camaradas han cambiado de ideas y de valores, es comprensible; pero, en estos casos, se nota la cautela con que asumen el abrazo y el recuerdo que les evocamos. No los rechacemos por sistema, sin embargo, pero dejémosles claro que nosotros sí permanecemos leales a lo esencial de una formación de nuestra juventud y a lo que ello implica.

Pero la mayoría de esos viejos camaradas nos demuestran que recuerdan con alegría y sin remordimientos el pasado común, y, aún más, comparten con nosotros esa fidelidad a lo sustantivo de lo que creyeron ayer. Son capaces de reafirmarse en el contenido de una Promesa, síntesis poética y juvenil de unas formas de pensar y de ser.

Quizás las ocupaciones les impiden estar continuamente a nuestro lado en actividades y encuentros; pero sus pre-ocupaciones son las nuestras: una sociedad vacía de contenido, una carencia de horizontes en lo trascendente y en lo material, una España en riesgo permanente, unas cotas de justicia y de libertad muy alejadas de nuestras perspectivas y deseos, una historia deconstruida por el rencor, una desvalorización del ideal de servicio… Hay mucha tarea por delante.

Viejos camaradas: venid con nosotros, a pesar de la distancia o de otros condicionantes; podemos y debemos crear nuevas filas prietas, para, desde ellas, trabajar por los ideales que no caducan, porque pertenecen a la esfera de lo permanente, a lo eterno.

Os espera nuestro abrazo y un puesto en nuestras escuadras veteranas con otros viejos camaradas, sirviendo de ejemplo a los nuevos camaradas juveniles que nos esperan a la vuelta de la esquina.



Imagen original usada para la cabecera