Ideario

Una herencia inexcusable: el ideario joseantoniano de Plataforma 2003

Plataforma 2003 fue una asociación destinada a conmemorar el centenario del nacimiento de José Antonio y a trabajar sobre su pensamiento para traerlo a nuestros días. Unos de sus trabajos fue el que se llamó Ideario joseantoniano para el siglo XXI en el mundo hispánico.

Una herencia inexcusable: el ideario joseantoniano de Plataforma 2003

Plataforma 2003 fue una asociación destinada a conmemorar el centenario del nacimiento de José Antonio y a trabajar sobre su pensamiento para traerlo a nuestros días. Su alma máter fue Jaime Suárez, quien falleció, como sabemos, en 2018; Plataforma se disolvió, pero dejó un importante legado en publicaciones y estudios que no puede en modo alguno quedar en el olvido.

Entre los últimos esfuerzos de Jaime, figura lo que él llamó Ideario joseantoniano para el siglo XXI en el mundo hispánico. Su primer borrador procede de 2013, y fue estudiado en la Escuela de Verano de aquel año y reformado en los siguientes encuentros, hasta alcanzar una forma definitiva en 2015. Un grupo de asociados a Plataforma 2003 de Barcelona, colaboró estrechamente para proponer mejoras al documento, que fueron aceptadas en la última versión que presentamos.

Creemos que La Razón de la Proa debe contribuir a que no quede en el olvido este importante documento. Como toda obra humana, es discutible y debe ser objeto de reflexión y debate entre quienes nos decimos seguidores de José Antonio.


1. Hombre:

Creemos en el Hombre, cuya alma inmortal es creada, una por una, por Dios a su imagen y semejanza. Su dignidad, su integridad y su libertad son valores eternos e intangibles, base y fundamento de nuestro orden nuevo. Todo con y desde, por y para el Hombre, cuyo destino trascendente es Dios y su marco temporal es cada Patria para considerar en el marco común del mundo hispánico.

2. Familia:

Creemos en la Familia, unidad básica de la convivencia social, con su origen en el matrimonio entre un hombre y una mujer. Su máxima protección es el primer deber del Estado. Y con la Familia, creemos en el derecho absoluto a la vida (somos contrarios al aborto criminal) y en el derecho a una decorosa muerte (prohibición de la eutanasia).

3. España:

Creemos en la suprema realidad de España, irrevocable en su existencia, plural, una e indivisible, Patria común de los españoles. Fortalecerla, elevarla y engrandecerla es nuestra apremiante tarea colectiva. Todo separatismo es un crimen histórico y, como tal, debe ser superado. Todos los símbolos de España como nación merecen el máximo respeto. La unidad de las tierras de España es sagrada. Por eso todo ataque o menosprecio contra cualquiera de sus tierras lo es, también, contra la propia entidad total de España.

4. Lo espiritual:

Creemos en la hegemonía absoluta de lo espiritual. Nos oponemos a toda interpretación materialista de la vida o de la historia, sea de derechas o de izquierdas. Aspecto predominante de lo espiritual es lo religioso. Toda reconstrucción de España ha de tener un sentido católico, con salvaguardia siempre del derecho a la libertad religiosa de todos los ciudadanos. El Estado no asumirá directamente ninguna función religiosa, lo que corresponde a la Iglesia. Tampoco tolerará intromisiones o maquinaciones terrenales de la Iglesia que atenten contra la soberanía temporal del Estado.

5. Reforma:

Paso a paso, pretendemos la transformación de la sociedad española 'desde dentro' de ella misma. Sobre todo mediante la educación de nuestra Juventud en la exigente ambición de su excelencia personal y del servicio a España. Para ello, reivindicamos la implantación de un servicio cívico y/o militar, obligatorio para uno y otro sexo. Y no descansaremos hasta conseguir que nuestros compatriotas recuperen el orgullo de ser y estar españoles.

6. Municipio:

Creemos en el Municipio, unidad fundamental de la convivencia territorial, y en la necesidad del total respeto a su autonomía. El Municipio es la base de la vertebración de la Patria, ascendiendo, a través de él, a la Comarca y a la Provincia hasta la Región y el Estado. Aspiramos a la reconstrucción de los patrimonios comunales de nuestros pueblos.

7. Estado:

Creemos que el Estado debe estar al servicio de la suprema realidad de la Patria, única y soberana, y jamás debe ser sometido al interés particular de una región, de una clase o de un partido. Aspiramos a que título VIII de la actual Constitución sea eliminado y, con él, el Estado de las Autonomías y de las nacionalidades. El Estado español ha de recuperar su gestión unitaria en todo el territorio nacional, al servicio de todos los españoles, sin excepción alguna, de los sistemas de salud, educación y orden público. También recabamos para el Estado español el ejercicio, en exclusiva, de toda la acción política en el exterior. Todo ello, sin perjuicio del reconocimiento de las peculiaridades regionales y de la necesaria descentralización administrativa, nunca política ni legislativa.

8. Educación y Cultura:

Creemos urgente la elevación del nivel cultural de la sociedad española. Todos los españoles deben tener acceso a los bienes de la cultura y de la educación, incluso a su grado superior. Exaltación de la Universidad. Deber del Estado es hacerlo posible.

9. Ejército:

Reclamamos la debida atención a nuestras Fuerzas Armadas, que han de ser dotadas de todos los medios suficientes para su debido cumplimiento del deber de garantizar el mantenimiento del orden constitucional y la defensa de España, en su libertad, unidad e independencia.

10. Sociedad abierta:

Consideramos al Estado responsable de la conciencia nacional, siempre al servicio de la sociedad, y a esta totalmente abierta. Y estimamos que es esta sociedad abierta quien tiene que hacer posible el desarrollo de la vocación de cada persona humana mediante el desempeño de las tareas de su trabajo, en un régimen total de libertad personal y colectiva.

11. Pluralismo político:

Estimamos imprescindibles los partidos políticos para vehicular los derechos individuales de asociación, participación, expresión, etc. Pero también estimamos que los partidos políticos en su pugna por conseguir el poder, deben anteponer a sus fines partidistas su conciencia nacional al servicio, ante todo, del bien común.

12. La libertad, valor eterno:

Dios ha creado al hombre libre de decidir su condena o salvación. Y, por lo tanto, nadie en la tierra tiene potestad suficiente como para poder limitar, condicionar, determinar o suprimir la libertad del hombre, salvo necesidades del bien común.

13. Integridad:

El mismo respeto que merece la libertad como valor eterno, lo merece la integridad humana, también valor eterno.

14. Dignidad:

Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza. Y este es el origen de la dignidad del hombre, hijo de Dios, como valor eterno. El Estado en su acción, y en la vigilancia de la convivencia total, garantizará con toda eficacia el máximo respeto a la dignidad humana de todos.

15. Empresa nueva:

Creemos en la Empresa, unidad de convivencia laboral, en la que hombre debe poder ejercer su profesión en las tareas del trabajo, al servicio de su vocación. Aspiramos a su reforma hasta lograr para todos una Empresa nueva, con responsabilidad social y rostro humano. El Estado debe exigir la obligación de trabajar y debe garantizar el derecho de todos al trabajo, que es el mejor título de dignidad civil, y fomentar la participación de los trabajadores en la gestión y propiedad de la empresa, así como auspiciar la creación de formas de empresas solidarias.

16. Iniciativa privada:

Creemos en la máximo respeto a la iniciativa privada, siempre que sea compatible con el interés colectivo. El Estado protegerá y estimulará las iniciativas emprendedoras que mejor atiendan la demanda de nuestro tiempo.

17. Unidad fiscal:

Creemos que España debe aspirar a ser un espacio fiscal con un régimen igual y único para todos los españoles, sin privilegios ni excepciones, ni personales ni territoriales. Sea cual fuere su explicación histórica, hoy no tiene justificación alguna que todos los españoles, sea cual fuere el lugar de su residencia en el territorio nacional, no sean iguales ante la ley.

18. Propiedad:

Creemos en la propiedad privada, como proyección directa del hombre sobre las cosas y medio para el cumplimento de sus fines individuales, familiares y sociales. El Estado debe proteger la propiedad privada contra los abusos del gran capital financiero y de los especuladores.

19. Libertad de mercado:

Salvo excepciones o regularizaciones obligadas por imperativos del bien común, el Estado garantizará la libertad de mercado, evitando el abuso de posiciones dominantes y la existencia de monopolios, duopolios y monosonios, tanto de hecho como de derecho. La libre concurrencia estará garantizada por el Estado.

20. Desarrollo económico:

Consideramos la innovación tecnológica como la fuente original de todo desarrollo económico, siempre que se garantice el libre acceso, según mérito, a la educación superior. Estimamos que no es posible cualquier mejora en el proceso hacia la justicia social si no es como consecuencia del aumento de la riqueza a distribuir.

21. Estado del Bienestar:

Creemos en nuestro actual Estado del Bienestar. Defenderlo, mantenerlo y fortalecerlo es deber primordial del Estado, que deberá set diligente en su acción de exigencia del más eficaz cumplimiento, de todo imperativo de justicia social. El libre acceso, y a ser posible totalmente gratuito, de todos a los sistemas nacionales de educación, salud, lucha contra el paro y jubilación, deben estar garantizados por el Estado.

22. Igualdad de oportunidades:

Todos los hombre y mujeres tendrán las mismas oportunidades para su movilidad social vertical. Nadie será discriminado por motivos de sexo, edad, raza, religión o nacionalidad. El esfuerzo por lograr la excelencia y la obra bien hecha siempre merecerá recompensa.

23. Superación sindical de la lucha de clases:

Los sindicatos cumplirán con su misión profética de denuncia de las desigualdades e injusticias a superar en el ámbito laboral. Se reconoce el derecho a la huelga, siempre que se establezcan y cumplan los servicios mínimos a establecer. Fin primordial del ordenamiento sindical será la superación de la lucha de clases.

24. Recuperación del orgullo de nuestro pasado común:

El Estado garantizará que el sistema nacional de educación no solo permita, sino que, sobre todo, fomente la recuperación por la juventud del orgullo de nuestro pasado común.

25. Conciencia de nuestra unidad de destino supranacional:

Lo mismo en cuanto a nuestra unidad de destino supranacional. Se fomentará la compatibilidad de la conciencia nacional con la adhesión ala consideración supranacional de nuestra unidad de destino.

26. Aspiramos a la capitanía de las empresas universales del espíritu:

Orgullosos de nuestro pasado común en que lideramos la empresa de la unidad espiritual del mundo, ambicionamos recuperar nuestra capacidad de liderar, otra vez, las empresas universales del espíritu.

27. Exigimos la reforma de la ley española de Memoria Histórica:

Conscientes de que fomenta la fractura de la conciencia nacional unitaria de España, exigimos la reforma de la ley española sobre la Memoria Histórica en el sentido de eliminar cuanto de ella se oponga a la anhelada reconciliación de todos los españoles.

28. Condena de todo imperialismo:

Se proscribe todo afán de imperialismo. Nadie tendrá derecho a prevalecer sobre los demás, alegando su superioridad en extensión territorial, peso demográfico, potencial económico o superioridad militar. Todos los Estados y naciones, sea cual sea su tamaño (grande o pequeño) participarán en la Comunidad Panhispánica supranacional en pie de igualdad. Especialmente, España tendrá especial cuidado en evitar cualquier suspicacia en cuanto a la posible imputación de que pretendemos recuperar nuestro imperio.

29. Solidaridad supranacional entre todos los Estados:

La hermandad entre todas las naciones que compondrán la Comunidad Panhispánica Supranacional se demostrará mediante la solidaridad entre todos los Estados miembros. Y esto afecta, especialmente, a la educación de la juventud en un afán común de unidad.

30. Recuperación de los territorios robados:

Creemos que Gibraltar “es” español, aunque no lo “esté”. La sonrojante pérdida de Gibraltar en pleno apogeo de nuestro Imperio es una de las páginas más tristes de nuestra lacerante historia. Nos oponemos a la más mínima dejación, abandono o flaqueza de nuestro gobierno en el necesario y continuo esfuerzo para la obligada y anhelada recuperación de Gibraltar para España. Lo mismo en cuanto a la reivindicación de las Islas Malvinas por Argentina y cualquier otra reivindicación de territorios robados pertenecientes a la Comunidad Panhispánica.

31. Europa:

Creemos en la vocación europea de España. Aspiramos a la unidad de Europa en un espacio común político, económico, social y cultural. Y, en tanto no se consiga la anhelada unidad, apoyaremos cuantos proyectos se acometan para su logro o consecución. Reclamamos, para fundamentar su unidad cultural, la recuperación de los orígenes cristianos de la europeidad. Creemos que la pertenencia común y simultánea de España y Portugal a los dos mundos, hispánico y europeo, facilitará la relación entre ambos espacios.

32. Portugal:

Creemos en la alianza peninsular ibérica. Con absoluto respeto a su soberanía nacional y a la condición estatal de Portugal, consideramos prioridad de la acción exterior española el procurar un entendimiento total con nuestra nación hermana, hacia un quehacer común en lo universal.

33. Mundo hispánico:

Creemos en la unidad del mundo hispánico con una misma misión universal que cumplir. Estimamos que toda colaboración panhispánica actual es poca ante la inmensa tarea pendiente para hacer cumplir este propósito. Recabamos el compromiso de la juventud hispánica para alinearse en la ambición de recuperar, unidos, el protagonismo mundial que nuestra historia merece.