Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.

Salime al campo, ví que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados,
que con sombras hurtó su luz al día.

Francisco de Quevedo

«El 12 de octubre, mal titulado el Día de la Raza, deberá ser en lo sucesivo el Día de la Hispanidad». Con estas palabras encabezaba su extraordinario del 12 de octubre último un modesto semanario de Buenos Aires, El Eco de España. La palabra se debe a un sacerdote español y patriota que en la Argentina reside, D. Zacarías de Vizcarra. Si el concepto de Cristiandad comprende y a la vez caracteriza a todos los pueblos cristianos, ¿por qué no ha de acuñarse otra palabra, como ésta de Hispanidad, que comprenda también y caracterice a la totalidad de los pueblos hispánicos? Ramiro de Maeztu

España es una encina medio sofocada por la yedra. La yedra es tan frondosa, y se ve la encina tan arrugada y encogida, que a ratos parece que el ser de España está en la trepadora, y no en el árbol. Pero la yedra no se puede sostener sobre sí misma. Desde que España dejó de creer en su misión histórica, no ha dado al mundo de las ideas generales más pensamientos valederos que los que han tendido a recuperar su propio ser. Ni su Salmerón, ni su Pi y Margall, ni su Giner, ni su Pablo Iglesias, han aportado a la filosofía del mundo un solo pensamiento nuevo que el mundo estime válido. La tradición española puede mostrar modestamente, pero como valores positivos y universales, un Balmes, un Donoso, un Menéndez Pelayo, un González Arintero. No hay un liberal español que haya enriquecido la literatura del liberalismo con una idea cuyo valor reconozcan los liberales extranjeros, ni un socialista la del socialismo, ni un anarquista la del anarquismo, ni un revolucionario la de la revolución. Ramiro de Maeztu.

En la batalla cultural parecen surgir brotes verdes. Libros como Imperiofobia o los de Marcelo Gullo; películas como La primera globalización o una nueva corriente de novela histórica que huye de los estereotipos de la leyenda negra. ¿Es realmente un cambio cultural o es solo flor de un día? Luis Fernando de la Sota Navas.

¿Qué ha ocurrido para que los propios españoles hayamos asumido las falacias de la leyenda negra? Carlos Muñoz Repiso.

La damnatio memoriae lanzada, por conveniencia dinástica, por Felipe V sobre todo recuerdo de los Austrias aniquiló el ethos tradicional español que, a su vez, andando el tiempo, supondría la destrucción del espíritu de la Hispanidad, al haber perdido la matriz su personalidad. Sergio Brandao.

Han ganado los franceses al imponer el término “Latinoamérica” para arrogarse un protagonismo excluyente que nunca tuvieron en aquella región. Iberoamérica o Hispanoamérica son nombres rechazados sistemáticamente por los españoles actuales. Carlos Muñoz Repiso.

La deformación de la historia por los poderes públicos de España e Hispanoamérica ha hecho desaparecer casi por completo el sentimiento hispanoamericano. Ricardo Urraca.

Seguir leyendo, en el documento adjunto, la selección de textos más interesantes de lo tratado en este debate sobre la Hispanidad

Documento editado por la Hermandad Doncel
(abrir en una nueva pestaña)