¿Asimilarse?

25/JUN.- Cabe preguntarse si merece la pena adaptarse para pasar a ser admitido en la mesa de juego de los enemigos de la patria.

Como movimiento patriótico y revolucionario, parece claro que el nacionalsindicalismo no encuentra adhesión ni tampoco demasiados puntos de acuerdo con ninguno de los partidos políticos que hoy conforman nuestro arco parlamentario.

Unos partidos políticos que ⎼en líneas generales⎼ apuestan por el más de lo mismo de lo ofrecido aquí por el oligárquico, partitocrático y pro globalista régimen del 78 desde hace 44 años: turbocapitalismo económico, progresismo antropológico-cultural, ambos ahora haciendo pinza para lanzar a España de cabeza a la Agenda 2030.

Ante este panorama, cabe preguntarse si merece la pena adaptarse ⎼más allá de la siempre necesaria puesta al día de los postulados ideológicos, a fin de hacerlos acordes al contexto presente⎼ para pasar a ser admitido en la mesa de juego de los enemigos de la patria.

Quizás ⎼insisto, quizás⎼ sea el momento de todo lo contrario, esto es, de no asimilarse, de no ablandarse, de ser radicales en la defensa y salvaguarda del espíritu de la doctrina nacionalsindicalista, ello en medio de un mundo que se derrumba y aún cuando los resultados no sean los mejores.




La Razón de la Proa (LRP) no se hace responsable de las opiniones publicadas, son los autores firmantes los únicos que deben responder de las mismas. LRP tampoco tiene por qué compartir en su totalidad el criterio de los colaboradores. Todos los artículos de LRP se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia, teniendo en cuenta que LRP también reproduce artículos de terceros, en esos casos habría que pedirles autorización a ellos.
Recibir el boletín semanal de LRP (newsletter)