Llegará un día en que el mendaz Pedro «Antonio», su Gobierno Sánchezstein y su reedición del cainita Frente Popular terminarán su mandato; y con él acabarán también sus interesados apoyos los comunistas, los podemitas, los separatistas y los amigos de terroristas.

Y lo previsible es que ese día, ante la grave situación en que quedará España, surjan voces en el PSOE postulándose como regeneradores del socialismo y recriminando a Sánchez los errores que le hicieron perder el Gobierno; e incluso le acusarán de haber secuestrado al partido durante su presidencia.

Será entonces cuando tendremos que recordarles que, exceptuando contadísimos socialistas, mientras el insigne mentiroso cometía todas sus felonías ejecutivas, legislativas y judiciales, todo el PSOE estuvo apoyando al presidente, aplaudiéndole a rabiar y haciéndole la ola en sus intervenciones e iniciativas por muy nefastas que nos resultasen. Claro que, a lo peor, ni siquiera sucederá eso, y continuarán junto a Sánchez culpando de todo al PP, a Franco, a la covid, a Putin, a Filomena, al heteropatriarcado, a la fiebre del mono, al cambio climático y a la alarma que toque en ese momento.

Pero lo más temible será la segura agitación que a través de sus resortes provocarán en las calles e instituciones sus exsocios de variada ralea, tras perder sus influencias en el Gobierno. Ojo con esto.

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