'Rata por cantidad'

6/08.- Nuestra lengua tiene una locución, desgraciadamente en desuso, para indicar que las cosas en común deben hacerse al prorrateo (...)  A esa manera de proceder se le llama 'rata por cantidad'.


Publicado en la revista Desde la Puerta del Sol núm. 486, de 6 de agosto de 2021. Ver portada Desde la Puerta del Sol en La Razón de la Proa (LRP). Recibir actualizaciones de LRP.​

'Rata por cantidad'

Los animales salvajes son la monda. Abundan los documentales en los que nos enseñan cómo viven en las sabanas, las selvas o los manglares, pero ya son escasos cuando muestran las locuras que hacen cuando los sacan de sus espacios habitados. Por ejemplo, desde un tiempo a esta parte he visto, me viene a la memoria, serpientes en un retrete, cocodrilos en un zaguán, jabalíes rodeados de sus jabatos cruzando una calle... Por no decir lo que oigo del elefante entrando en la cacharrería, lo que plantea superfragilísticas interpretaciones.

Sospecho que estas son noticias deliciosas para las gentes del partido animalista, creo que se llama Pacma, un grupo político/selvático que aspira a dar con la tecla de los votos, algunos creemos que con  escasas posibilidades. Aunque hemos de ser cautos. El rojerío está de su parte y es llegado el momento en que no faltan ministros, algunos del sexo femenino, que abogan por construirle casitas de acogida a las mascotas o, mucho más serio, dar carpetazo a la carne, un detalle que el jefe máximo de la banda ha desestimado congratulándose del morbo de sus papilas gustativas ante un chuletón en su punto. En fin, de animales va la cosa. En el supuesto que nos ocupa no se nos debería tildar de frívolos, pues ya dijo no sé quién que éramos de la especie racional. Una lindeza.

Lo último en el reino de los seres no reflexivos pero que respiran, comen y evacuan cuando les da la gana, como nosotros, ha sido la aparición de una rata en un parlamento regional, el andaluz. La televisión no nos ha puesto las imágenes de estos bichos, pero sí las de otros, los cuales muestran, aparte el asco que sentían, el miedo que les embargaba, lo cual ha tomado expresión en el rostro de los diputados: manos que se llevan a la parte de la boca, encima de sus máscaras, hombres de pelo en pecho que se suben a los asientos ejemplarizando la valentía que les caracteriza, huidas, vahídos, salidas a la cafetería... Pero las empresas que se ocupan de informar, La Secta por ejemplo, celosas de sus producciones, son muy recatadas al presentar sus informativos, de tal modo que les deja muy satisfechos hablándonos de la pandemia horas y horas y dedicándole unos minutos a la tragedia de Cuba.

Pero sigamos con el zoo. Nuestra lengua tiene una locución, desgraciadamente en desuso, para indicar que las cosas en común deben hacerse al prorrateo. O sea, que cuando en una reunión ocurre algo desacostumbrado es de rigor que cada cual peche con la parte de responsabilidad que le toca. A esa manera de proceder se le llama rata por cantidad, lo que es uno de los ingredientes de la justicia distributiva y todos tan contentos. En el Parlamento de Andalucía han mostrado su entereza unos y otros, pues cada cual ha dejado huella de su valentía para uso y consumo del vecindario. Valdría un chiste para el caso, pero no procede tomarse a broma tamaña muestra de señorío. Nadie pretende que lo sucedido, una anécdota repugnante, pase al reino de la categoría.

Pero hay que decirlo. En la España de hoy, cuando aumentan los contagios del virus chino y el paro sube por horas, cuando el CIS trata de engañarnos vez tras vez, cuando monumentos como esa cruz del Valle quieren reducirla a escombros, cuando sube el recibo de la luz como lo mandaría un forajido, cuando las empresas cierran, el turismo cae, los actos culturales son un foco de contagio, los rojos siguen en el machito, los ilegales cruzan verjas y se bañan, se aprueban leyes que erizan el vello, se mata a la gente por ley, se echa el candado a la libre palabra, se... Cuando todo esto pasa en esta Nación que es España, que está subarrendada a los que quieren liquidarla, cuando hemos alcanzado el triste lugar de ser los últimos en casi todo, llega el individuo que detenta el Poder y se va a América a solazarse, a practicar su inglés y visitar Hollywood, quién sabe si a ofrecerse para actor estelar de una película, por ejemplo Con él llegó el escándalo, que iría a las mil maravillas a su egocéntrica persona.

Lo siento, pero con este panorama ¿qué miedo puede producir una rata en una sesión? Los hay mucho peores, los que nacen de una situación vergonzosa. Aunque no parece interesar demasiado a la gente pacífica y adormilada de este país. Se comprende. Después de tantos años adoctrinando al personal, ya podemos decir que se ha conseguido presumir de mansos corderos.

¿Hasta cuándo?