¡Toma ya!

Este Pedro no se arruga, y cuando hay que tirar «pa lante» no se corta un pelo...


​​Publicado en la revista El mentidero de la Villa de Madrid núm. 747 (2/MAY/2023), continuadora de Desde la Puerta del Sol. Ver portada El Mentidero en La Razón de la Proa (LRP) Recibir el boletín de LRP.​

¡Casi nada! Este chico es «mu espabilao». No pierde una. No sé si me leería el otro día cuando comentaba que con echar una mirada a la obra realizada por Franco durante la época oprobiosa en la que lo habíamos pasado tan mal los que vivimos aquellos tiempos, sobre todo trabajando como burros para dejarles una España donde había de todo y ellos no tuvieran que hacer un esfuerzo para disfrutarlo, le daría alguna idea para hacer la lista de lo que podía brindar a los españoles.

Lo digo porque enseguida empezó a prometer casas por toda España para que pudieran disfrutarlas hasta los okupas, sin pagar un céntimo, con derecho a masacrarlas y dejarlas echas una porquería cuando se fueran; y como le parecían pocas las ofrecidas el primer día, luego fue aportando más pasta para construir muchas más viviendas de las que se pueden edificarse en España durante el tiempo que le queda de estancia en el Gobierno, además de por el dinero necesario, por falta de trabajadores que las levantaran.

Y como todo el mundo le dijo que en esta España suya había parados hasta el agobio, pero no mano de obra preparada para construir todas las viviendas prometidas, echa mano de otros 1.300 millones para «reforzar aún más la Formación Profesional», aumentando «en 45.000 las aulas de FP bilingüe –nada menos–, para que haya 824 centros más de capacidad digital y 1.500 aulas de tecnología y emprendimiento para que nuestros chavales salgan con todas las cualificaciones para poder ser empleados y crear una empresa».

Este Pedro no se arruga, y cuando hay que tirar «pa lante» no se corta un pelo. Se pone el peculio que sea, ¡a él le van a venir con roñoserías! Aunque en el ansia de decirnos todo lo que va a hacer, no nos dice si los 824 centros más de capacidad digital y las 1.500 aulas de tecnología y emprendimiento eran a sumar a las 45.000 o estaban comprendidas en la primera cifra. Aunque casi da igual, pues, por lo dicho, él, como hemos apuntado ya, no se corta por nada, y si hace falta pone un Falcon para que vayan de aquí para allá los currantes bilingües a buscar un peine; se pone, que anden cómodamente. Aunque a mí me parece que va a construir unas aulas poco dotadas con ese dinero que saca de la faltriquera del Estado, que, temeroso yo, no sé dónde lo encontrará conociendo la deuda pública que, según el Banco de España, tenemos.

De aquí al día 28 todavía le queda tiempo para gastar dinero para la mejora de los españoles. Por ejemplo, construir más pantanos para que en el futuro no tengamos estos problemas que ahora surgen por culpa de Franco que debió hacer más y no pararse; o hacer un vergel en las Bardenas Reales para plantar espárragos y melocotoneros y un auditorio en los Monegros, con pista de aterrizaje, para que venga a cantar Brice Springsteen y pueda llevar a Begoña a los conciertos; y si le sobra un poco de calderilla, no es difícil se le ocurra hacer una pequeña ciudad en mitad del Sahara para Mohamed con el fin de que le sea posible invitar a las parisinas a pasar una temporada lejos del follón de París.

A este chico no hay quien lo pare. A algunos nos parece que no sabe lo que dice ni lo que hace salvo cuando barre hacia su casa. Y, como no tiene pudor, ya que desconoce lo que es, él promete y ofrece lo que sea menester en el convencimiento de que nunca se hará ni llegarán los dineros que promete. Y lo que es más milagroso ¡tiene gente que le sigue y le aplaude! En unos casos se comprende, pues los palmeros obtienen buenos beneficios gracias al jefe, pero a los tontos de la calle no les llega nada, están ciegos, no se enteran, es incomprensible. ¡Pobre gente!




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