Lo largo que se nos va a hacer el año
10/ENE.- El año que empieza hemos de vivirlo no poco con lo que cuenta la prensa, lo que va apareciendo por los tribunales de justicia, lo que salta por aquí y por allá respecto a cómo han metido mano unos y otros en las arcas del Estado...
Publicado en la revista El mentidero de la Villa de Madrid núm. 711 (10/ENE/2023), Ver portada El Mentidero. en La Razón de la Proa (LRP). Recibir actualizaciones de LRP.
Lo largo que se nos va a hacer el año
Si se va haciendo largo el tiempo pasado en el que hemos ido descubriendo las ideas de Pedro Sánchez, sus ocurrencias diarias, su capacidad de cambiarlo todo a peor, el interés que tiene de mantenerse en el sillón de la Moncloa mientras va buscando otro puesto más o tan rentable, donde pueda lucirse personalmente... no parece que el año que recién iniciamos vaya a resultar más corto por tranquilo, sencillo y lleno de bondades tanto para la mente como para el corazón, en el que España vaya amaneciendo con mejores tiempos, más paz entre todos los que la poblamos, una comprensión que nos conduzca por el buen camino que, hemos de convencernos, no está de la mano de Teresa Rivera por más que parece la más espabilada del Gobierno, María Jesús Moreno que más cabe pensar está preparada para dirigir la feria de ganado de Zafra, Grande-Marlasca que parecía útil cuando ejercía de Magistrado pero que se ha destapado como de poco fiar en varios sentidos, la Calviño que a veces se desgreña sobre todo cuando se habla de los buenos puestos que encuentra para su marido en lugares de lucimiento, Yolanda Díaz quien pretende ser más comunista que Álvarez del Vayo con vocación de arreglar el país a base de repartir el erario público entre las masas en lugar de ponerlos a trabajar, Albanes que parece que su posición es pensar que levantando la cabeza consigue convencer a todo vicho viviente, Belarra que pretende enseñar sin haber aprendido, Isabel Rodríguez quien con su desparpajo trata de convencer y acoquinar a sus oyentes pasando de la candidez a la cara de perro, Iceta... para qué vamos a hablar de este saltimbanqui, Bolaños que es incapaz de mostrar buenas maneras y con el descaro que lo acompaña normalmente y la impudicia con que obra se empeña en machacar al opuesto, Irene Moreno que ocupa el primer puesto de quienes tienen que aprender para después soltarse por el campo, Alberto Garzón que todavía no ha nacido humano que pueda asegurar que vale para algo, Diana Morant que ha admitido dirigir un ministerio donde hace falta echar mano de inteligencia, estudios y haber aprendido un montón de cosas... y, como nos hemos cansado de echar mano de la memoria para valorar a la plebe que gobierna el país, lo dejamos aquí.
Confieso que tengo amigos sumamente listos con los que he aprendido algo. Ellos si están dotados de psiquis con la que mirar lo que nos rodea pues ya se sabe que con el alma de la psiquis se adquiere alguna capacidad de analizar la vida humana valiéndose de la sustancia espiritual e inmortal de la que llegan a usar los seres humanos, utilizando viveza, espíritu, energía... Con ello se va aprendiendo, y poco a poco se va adquiriendo un conocimiento sin que nadie te enseñe, basta con fijarte en lo que va sucediendo en el mundo en el que vives o analizas. Y con ello, hasta es posible llegar al axioma que nos dejó Edgar Allan Poe de «Ten cuidado con lo que deseas, podría hacerse realidad», aunque sea difícil, hasta puede asegurarse que imposible en algunos casos que andan por el mundo como si fuera suyo. Lo dijo un tipo que murió a los cuarenta años, que dedicó su vida a infinidad de cosas, con la costumbre de escribir corto, pues no tenía tiempo para hacer novelas como las que hoy día se premian, de cerca de setecientas páginas, repitiendo las mismas cosas en muchas páginas, hasta hacerlo tedioso en no pocos casos.
Y el año que empieza hemos de vivirlo no poco con lo que cuenta la prensa –y debe ser un porcentaje pequeñísimo respecto a la realidad–, lo que va apareciendo por los tribunales de justicia, lo que salta por aquí y por allá respecto a cómo han metido mano unos y otros en las arcas del Estado, la cantidad de infiltrados que hay en todos los estamentos echando una mano a los intereses del presidente en cuanto a cambiar las estructuras de la nación y las ideas de los españoles; se nos va a hacer largo el discurrir de días y meses ante el ansia que tenemos de que se vaya destapando la caldera de los desmanes que ha de estar a todo trapo. Porque las sospechas son de todo tipo, con intervención de manos de los más variados escalafones y procedencias, que, a pesar de no producir todo el escándalo que ocasionan, son conocidas en infinidad de cocinas donde han manipulado desde los chefs con estrellas a simples pinches.
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