EDITORIAL | LUCERO

Quede constancia: ¡La Navidad no queda abolida!

Para los creyentes, ningún decreto puede abolir la Navidad; quizás sí reglamentar lo anecdótico, lo superficial, lo consumista que le han echado encima, pero no su profundo sentido cristiano y español: el nacimiento del Hijo de Dios como punto clave de la historia para la redención del género humano.

Publicado en la revista 'Lucero', núm. 141, 4º T de 2020. Editado por Doncel Barcelona - Hermandad del Frente de Juventudes. Ver portada de Lucero en La Razón de la Proa.

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Selección de tarjetas navideñas enviadas en distintas épocas de la existencia del Frente de Juventudes. * La fotocomposición es una aportación de LRP (no figura en la versión original de Lucero).
Quede constancia: ¡La Navidad no queda abolida!

Quede constancia: ¡la Navidad no queda abolida!


Las especiales circunstancias por las que estamos pasando y las correspondientes y –tan cambiantes– normas para intentar frenar la pandemia nos han obligado a aplazar sine die muchas actividades de nuestra Hermandad.

Ahora, las prédicas oficiales nos anuncian una Navidad distinta, algo así como un sucedáneo de una fiesta sin importancia.

Pero, para los creyentes, ningún decreto puede abolir la Navidad; quizás sí reglamentar lo anecdótico, lo superficial, lo consumista que le han echado encima, pero no su profundo sentido cristiano y español: el nacimiento del Hijo de Dios como punto clave de la historia para la redención del género humano.

Nuestros sencillos pesebres, nuestras oraciones y villancicos, nuestros (limitados) encuentros de familia, serán expresiones sinceras de la gran fiesta, que nadie podrá arrebatarnos, y de la alegría por el Nacimiento del Niño: ¡Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!

También, en estas fechas previas a la Navidad, nuestra Hermandad celebra el aniversario de la fundación del Frente de Juventudes. Del mismo modo, nadie podrá quitarnos este recuerdo, que es acicate del presente y proyección de futuro. Es una afirmación rotunda de nuestros valores nacionales, éticos y falangistas, de los que no vamos a dimitir.

No nos podremos reunir este año en torno a una comida fraternal ni a entonar a coro nuestro Prietas las Filas, pero seguro que todos vamos a tararear, confinados, nuestras viejas canciones, haremos memoria de nuestros campamentos juveniles, rezaremos por nuestros ausentes y contemplaremos con amor crítico esta España que no nos gusta, para seguir empeñados en su transformación.

Esto pasará, no hay duda. Y volveremos a vernos y a abrazarnos como siempre, no lo dudéis. De momento, levantad el ánimo, ved con esperanza el día de mañana, intensificad los lazos de camaradería, aunque sea por teléfono o por las redes, y celebremos nuestro aniversario y la Navidad con la mirada clara y lejos y la frente levantada.

Un fuerte abrazo, camaradas.

¡Sursum corda! ¡Arriba España! ¡Feliz Navidad!

El presidente de la Hermandad.


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