NUESTRA MEMORIA

Las tres “Rojas”

Breve historia de las tres centurias falangistas de Barcelona que se denominaron “Roja”. La primera durante los años 1935-36, época de militancia peligrosa; la segunda en el seno de las Organizaciones Juveniles (OO.JJ.) en los años 40 y 50; y la tercera, durante los años 60 encuadrada en la Guardia de Franco.

Artículo recuperado de junio de 2020. Recibir el boletín semanal de La Razón de la Proa.

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Banderín de la 'Roja' (última época). Escudo de brazo de la 'Roja' en la G. de F. Desfile en Sant Boi con motivo de la liberación de la villa. Escudo de brazo de la 'Roja' en la O.J. (primeros años 40).
Las tres “Rojas”

Las tres “Rojas”


La primera “Roja”

Corrían los primeros tiempos de la Falange barcelonesa (1934) cuando el mando local de las milicias falangistas decidió iniciar una estructuración orgánica de las mismas creando, entre otras unidades, la llamada Escuadra Roja, recayendo la jefatura de ésta en el camarada Fernando García Teresa. Más tarde se fueron incrementando los cuadros de la Falange gracias a la agitación y apostolado de los primeros, y así se pudo formar, partiendo de su núcleo inicial –la escuadra- la primera Centuria Roja.

En aquella época de militancia peligrosa, las centurias orgánicas de Barcelona –Azul, Amarilla y Roja– (1) se habían dividido zonas de la ciudad para mejor realizar sus actuaciones. El campo escogido por la Roja para sus acciones y luchas fue, principalmente, el paseo de San Juan y alrededores, donde los falangistas se fueron multiplicando a base de prédicas en bares, cafés y barberías.

Aunque durante sus escasos meses de vidano llegó a dos años– esta centuria no consiguió alcanzar el nominal número de cien, en el momento del Alzamiento Nacional sí pudo aportar un nutrido contingente de camaradas para la lucha. Miembros de esta unidad se batieron muy bien, durante la dura jornada del 19 de julio, en la plaza Universidad, Hotel Colón y el Casino Militar. Como dice un cronista participante: «Todos cuantos objetivos se señalaron pasaron a nuestro poder. Por consiguiente, la infantería falangista cumplió».

Después vendría la actitud traicionera de los guardias civiles mandados por el general Aranguren y todo se iría al traste, incluyendo, lógicamente, la desaparición de la Centuria Roja.


Nota sobre el emblema anterior: En los tiempos de la primera Centuria Roja, 1935-36, no tenemos constancia de que tuviesen distintivo propio ninguna de las tres (Roja, Azul y Amarilla); solamente había un emblema, diseñado por Luís Santa Marina y aprobado por José Antonio, para identificar a los miembros de la Primera Línea de la Falange de Barcelona. Mortui morituros sperant, que quiere decir "los muertos esperan a los que van a morir".


La segunda "Roja"

Tuvo que llegar la paz para que se fundara en nuestra ciudad una nueva Centuria Roja; esta vez en el seno de las Organizaciones Juveniles (OO.JJ.) de FET y de las JONS. En efecto, a finales de 1940, en un solemne acto celebrado en el cine Victoria (2), se les entregó el guion a las recreadas centurias Azul y Amarilla, y, poco después, en ceremonia más humilde, ocurría lo mismo con la Centuria Roja, de cadetes, que pasaba a ser mandada por Enrique Riverola Pelayo. Las tres centurias formaron la Bandera Onésimo Redondo.

Evidentemente, para la decisión de formar estas nuevas unidades dentro de las OO.JJ., pesó mucho el hecho de haber sido sus nombres los históricos de la primitiva Falange de Barcelona.

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La tercera "Roja"

Los antecedentes de la tercera Centuria Roja los encontramos, precisamente, en el seno de la Guardia de Franco de la Ciudad Condal. En efecto, la Guardia de Franco, fundada en 1944 como consecuencia –entre otras razones– de la disolución de las Milicias de FET y de las JONS (3), después de múltiples avatares se encontraba a finales de la década de los 50 en un momento de crisis y desorientación política –por lo menos en Barcelona– y ello llevó al mando a intentar una revitalización de la llamada, eufemísticamente, primera línea de la Falange, a base de insuflarle savia nueva con la creación de una unidad especial experimental, de camaradas jóvenes, que, previa su formación pertinente, pudiese ser cantera para el necesario relevo en los cuadros dirigentes.

En consecuencia, llegado el mes de noviembre de 1960, el lugarteniente provincial encargó al camarada. Salvador Molinera de las Heras, jefe a la sazón de la Centuria García Dagas, la formación de una nueva centuria que se llamaría Unidad Escuela Ramiro Ledesma, teniendo su sede inicial en los locales del Distrito IX, en el paseo de Fabra y Puig. La reunión constitutiva de esa centuria se efectuó el 13 de noviembre de 1960. Poco después, el mes de enero de 1961, ya tiene su sede en el Hogar Provincial de la Guardia de Franco, en la calle Consejo de Ciento.

No conocemos la cronología de los nombramientos para jefe de dicha unidad, pero sabemos que en fecha 5 de marzo de 1961 firma como jefe de la misma Jaime Beltrán Martínez. Pocos días después, y sin saber los motivos quien suscribe, la unidad cambia de nombre y pasa a denominarse Centuria Alejandro Salazar, continuando como jefe de la misma Jaime Beltrán.

La mencionada centuria sufre, en aquellos tiempos, las consabidas crisis derivadas de los cambios políticos que se producen en las alturas –no olvidemos que estamos en pleno proceso de irrupción de los tecnócratas del Opus Dei al poder–. Así, entre carencias de medios, mandos idóneos y orientación política, se llega a un momento de práctica disolución. Ante dicha situación, el nuevo lugarteniente provincial, Fernando Sánchez Ponseti, que llega con ínfulas de “capitán general”, procede a impulsar la recreación de la histórica Centuria Roja partiendo de los restos de la Alejandro Salazar.

El primer plenario de la nueva unidad se celebrará el 16 de diciembre de 1962, en la sede del Hogar Provincial de la Guardia de FrancoEntre otros mandos figuraba Fernando Bailón.

Continuó la vida activa de la nueva unidad, con mayor o menor fortuna, sucediéndose en el mando –salvo e.u.o.– José Mª Costa Sisó, Luís Aº García Rodríguez, Francisco Caballero Leonarte… Cuando accede al mando de la Roja quien suscribe, intenta poner en marcha un nuevo proyecto de rejuvenecimiento y dinamización de la misma. Es el momento de la incorporación de jóvenes que, poco a poco, van convirtiendo a la unidad en una verdadera centuria escuela.

Se compaginan las marchas y campamentos con las sesiones de estudio y lanzamiento de un boletín llamado Primera Línea. Así, entre actividades de talante juvenil, y otras contestatarias, se llega a la noche del 19 de noviembre de 1968. Esa noche se producen unos hechos de rebeldía contra las jerarquías de Movimiento que llevarán a una práctica desintegración de la Centuria Roja. Al grito de ¡Falange, sí, Movimiento, no!, llevamos nuestra protesta en manifestación por las calles más céntricas de Barcelona. Pero eso ya es otra historia.

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Texto redactado en mayo de 2009


  1. En un tono ciertamente poético nos dejó escrito Fernando García Teresa: «Eran tres centurias: la Amarilla, oro de España; la Azul, color de nuestra camisa y color del cielo, y la Roja, color de la sangre joven de la España nueva que nacía».
  2. Antiguamente se llamaba Salón de la Reina Victoria Eugenia, sito en la calle Valencia, entre Lauria y Bruch.
  3. No es esta ocasión para entrar en valoraciones sobre la posible influencia que tuvo en ello los sesgos que iba tomando la II GM, ni las posibles presiones que pudieran efectuar los Aliados.


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