ELECCIONES GENERALES 2019

Lo previsible: tendremos 'gobierno progresista'

Presumiblemente, tendremos gobierno progresista, mediante el acuerdo ¿sorpresa? entre PSOE y Podemos. Nada nuevo bajo el sol. Una etapa de incógnitas —más todavía— se abre ante los españoles.

2019-11-12-editorial-y
Lo previsible: tendremos 'gobierno progresista'

Lo previsible

Presumiblemente, tendremos gobierno progresista, mediante el acuerdo ¿sorpresa? entre PSOE y Podemos.

Nada nuevo bajo el sol.

  • Sánchez e Iglesias han escenificado un abrazo fraternal solo cuarenta y ocho horas después de saberse el resultado del escrutinio, después de varios meses en que se pusieron uno a otro como chupa de dómine. Cosas de la política.

¿Cuál será el alcance de ese progresismo, que parece ser la palabra talismán del presunto Ejecutivo?

  • Por lo que sabemos, grandes palabras, como esa lucha contra el cambio climático (que parece sacada de una pastoral del Papa Francisco).
  • Mucho nos tememos que vaya mucho más allá, en términos que causarán la desazón en muchos españoles, entre ellos a los que han votado a las izquierdas confiando en que una política de signo social reemplace la trayectoria neoliberal.

El PP se ha despachado, por boca de Casado, con una recriminación a quienes no les votaron; claro, si todos los españoles se hubieran mostrado unánimes en la mediocridad representada por don Tancredo y sus sucesores, no pasaría nada…

¿Cómo afrontará el presunto nuevo gobierno el órdago que mantiene en alto el separatismo en Cataluña?

  • Aquí el lugar común es la expresión diálogo político, cuyos términos se nos escapan completamente a todos los españoles conscientes de serlo.
  • Para dialogar es preciso que los interlocutores estén por lo menos de acuerdo en unas bases de partida; el separatismo persigue, simple y llanamente, la segregación de un trozo de España convertido en república independiente; los progresistas de PSOE-Podemos les van a ofrecer ese trampantojo del Estado plurinacional y federal; para ello, deben ir a una profunda reforma de la Constitución que debe pasar por un referéndum de todos los españoles, además de una previa mayoría de tres quintos de ambas cámaras o, en su defecto, mediante una comisión paritaria de estas.

Claro que nada es predecible en la opinión publicada existente, pero, de no seguirse la norma constitucional prevista, nos hallaríamos en el escenario de un golpe de Estado desde el propio poder.

  • No hay ni que decir que la Corona sería la primera afectada, pues se conocen de sobras las fidelidades monárquicas de los podemitas y, ante ellas, es posible que el PSOE de Sánchez echara mano de aquel España mañana será republicana, que coreaban en la primera transición.

Una etapa de incógnitas más todavía se abre ante los españoles.

  • No nos corresponderá a nosotros despejarlas, ni hacer de augures de un futuro incierto. Lo único que podemos aportar es un consabido ya lo decíamos nosotros; eso y nuestra postura permanente de trabajar, en paz, por una España de todos, más unida y más justa.