EDITORIAL

Las otras mascarillas

Parece como si una forma de 'mascarilla moral' autoimpuesta nos impidiera acercarnos a nuestros camaradas o a otros ciudadanos; como si esa 'mascarilla moral' fuera creando el virus del desaliento en nuestras actitudes y esfuerzos. Debemos arriar esa mascarilla moral y acercarnos al resto de españoles…


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Las otras mascarillas

Las otras mascarillas


Dicen por ahí, sin confirmación oficial por ahora, que próximamente dejarán de ser obligatorias las mascarillas en lugares abiertos; creemos que, de confirmarse la noticia, los españoles se alegrarán de esta arriada de lo que llaman en algunos lugares de Hispanoamérica los nasobucos

Los ciudadanos hemos cumplido de forma responsable ⎼salvo excepciones que nunca faltan⎼ las normas sanitarias que exigía la situación de pandemia; la peligrosidad de la propagación del virus se imponía por encima de las contradicciones, palos de ciego y confusiones creadas por quienes nos gobiernan. Desde esta página de La Razón de la Proa nos hemos guardado mucho de transmitir fake news, bulos o avisos espurios de supuestos expertos: nunca hemos caído, por supuesto, ni en negacionismos idiotas ni en teorías conspiratorias de baratillo.

La situación ha creado, como sabemos, graves problemas económicos y sociales en España; no han sido menos los problemas psicológicos en lo individual, y, sociológicamente, hábitos perniciosos que habrá que ir superando con el tiempo.

Entre estos últimos problemas, uno nos puede concernir de forma directa: el individualismo y a temor a relacionarnos, incluso en una época en que las modernas técnicas de comunicación nos permitían suplir los contactos presenciales con los virtuales.

La sociedad europea entera se resiente de estas consecuencias de la pandemia y, en nuestro ámbito azul, también ha tenido posiblemente su impacto, como si una forma de mascarilla moral autoimpuesta nos impidiera acercarnos a nuestros camaradas o a otros ciudadanos; como si esa mascarilla moral fuera creando el virus del desaliento en nuestras actitudes y esfuerzos. Debemos arriar esa mascarilla moral y acercarnos al resto de españoles…

Que quede claro que desde La Razón de la Proa no hemos bajado nunca la guardia; hemos procurado que la difusión no cesara, así como que se mantuviera la calidad de los contenidos y se aumentara el número de colaboradores, todo ello con la fidelidad a nuestros presupuestos joseantonianos.

Pedimos que, aparte de la promesa oficiosa de dejar los nasobucos en los espacios abiertos, todos nuestros lectores tomen conciencia de la necesidad de perseverar en el aire libre de nuestras ideas; que sigan difundiendo La Razón de la Proa entre sus allegados y conocidos, camaradas o no, con el fin de que llegue nuestro mensaje al mayor número es españoles.

Tenemos plena confianza en que, lejos de practicar la demagogia al uso o limitarnos a puros ejercicios de nostalgia, estamos en el buen camino y tenemos mucho que decir; y sin mascarillas morales, propias de acomplejamientos o de desalientos, modorras o inercias que inviten al aislamiento individual o de grupo.

Ojalá España, al tiempo que va abandonando las mascarillas sanitarias, se libre de las otras mascarillas, esas que, sin justificación pero con prepotencia, quieren seguir imponiéndonos a todos. Demos ejemplo.