EDITORIAL

Avanzar con tu verdad

Los pueblos deberán elegir disyuntivas: persistir en el materialismo ciego de las ideologías caducadas y de las antropologías falsas o recuperar los valores eternos del hombre.


Editorial de La Razón de la Proa (LRP), de marzo de 2020, recuperado para ser nuevamente publicado en marzo de 2023. Recibir el boletín de LRP.

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Avanzar con tu verdad

Avanzar con tu verdad


Un bello poema une en un único mensaje estas dos palabras, que pueden ser contradictorias en un contexto distinto; en la canción se proponían alegría y humildad, y, a renglón seguido, y el orgullo de ser joven y avanzar con tu verdad.

La mayoría habrá reconocido aquí los versos del gran poeta español José García Nieto. Se puede ser humilde de corazón –opuesto a ser soberbio– y, al tiempo, sentir orgullo de una juventud entregada al servicio y al Ideal.

Sin embargo, no ha sido este el común sentir del hombre moderno. Adorador de la Razón, del Progreso indefinido, de la Experimentación, de sus propias fuerzas…, ha creado unos sistemas políticos y económicos que, a la altura del siglo XX, ya creía que eran los definitivos y que representaban el fin de la historia, porque nada podía superarlos.

En los albores de nuestro siglo XXI, ha tenido que reconocer su profundo error y, mirando a su pasado inmediato de dos guerras mundiales devastadoras, y a su presente, con miles de pequeñas guerras locales, la nueva forma bélica del terrorismo, y la injusticia provocada por el desenfreno del dios Mercado, empezaba a trocar su optimismo orgulloso y soberbio en franco pesimismo.

De la Modernidad a la Postmodernidad. De la confianza ciega a la duda y al rechazo. Solo ha faltado que un desconocido virus pusiera en jaque a la humanidad para que se derrumbaran los palos del sombrajo de ese malsano orgullo.

Desde un prisma religioso –que es en el que descansa, de hecho, toda política–, el hombre creía haber ocupado el puesto de Dios, en constante repetición del mítico pecado del Edén. Golpe al orgullo y a la soberbia. Cura de humildad ante la impotencia.

Quienes nos consideramos herederos del modo de pensar y del modo de ser joseantonianos siempre hemos asumido el sentido único de esos versos iniciales de García Nieto; cuando éramos jóvenes algunos, los proclamábamos a viva voz, sintiéndonos profundamente humildes como seres humanos, y, al modo del Juramento de Sánchez Mazas, solo manifestábamos no tener otro orgullo que el de la Patria y el de la Falange, es decir, el servicio y el ideal.

La nueva etapa que surgirá tras la pandemia obligará a profundas revisiones en lo político y en lo económico. La duda que ya existía se habrá convertido en desprecio hacia lo que se consideraban dogmas inamovibles.

De nuevo, los pueblos deberán elegir disyuntivas: persistir en el materialismo ciego de las ideologías caducadas y de las antropologías falsas o recuperar los valores eternos del hombre –su dignidad, su libertad, su integridad– y de la sociedad –la familia, la convivencia, el trabajo– para construir, a partir de ellos, un mundo mejor en el que tengan su fiel destino una España y una Europa más justas.


Sobre la canción

Aparece por primera vez en el cancionero de 1963 
Para escucharla / Ver la letra